En la columna de opinión, publicada este viernes por El Mundo, Gabriel Moris, padre de una de las víctimas del 11-M, recuerda que cinco años después del atentado, "no conocemos casi nada sobre el mismo". A su juicio, la sentencia no respondió a las "incógnitas fundamentales". Incógnitas como la del "interés por ocultar las pruebas" o la identidad de quienes lo planificaron. También recuerda el intento de "evitar todo recuerdo del atentado y toda investigación".
Moris también apunta que en cuanto a los tres condenados como autores materiales, también "existen lagunas y falta de pruebas", como las dudas sobre la presencia de Zougam en los trenes o la absolución de los hermanos Toro. Para Moris, "hay demasiadas lagunas importantes como para dar por finalizada toda la investigación" y por ello, "resulta extraño que la Audiencia considere cerrado el caso".
El autor apunta a las últimas revelaciones sobre la tragedia, los libros que han ido apareciendo y la propia petición de Moris de reabrir el sumario: "Entiendo que la pérdida de un hijo en el atentado nos autoriza a nosotros y a cualquier víctima a instar a la reapertura de las investigaciones a nivel judicial y a todos los niveles".
"Durante las dos últimas legislaturas se ha hablado de 'hombres de paz' y de 'proceso de paz', per yo entiendo que sin verdad no puede haber justicia, y sin justicia no puede haber paz, a no ser que ese término tenga distinto significado para una víctima del terrorismo que para los representantes del Estado de Derecho", concluye.