L D (Agencias) Según relató en declaraciones a los medios, a las 13.00 horas la Guardia Civil de Castro Urdiales recibió el aviso de la Cruz Roja de que en el repetidor del monte La Granja había un cartel con la inscripción "No tocar. Peligro de bomba. ETA", junto a una pegatina con el anagrama de la banda terrorista.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se desplazaron a la zona, y allí comprobaron que se había producido la explosión de un artefacto en la base de la torre, que causó daños materiales tanto a la torre como en el edificio anexo.
La explosión se produjo a las 7.10 horas y aún no se conoce ni la cantidad ni el material empleado, según explicó Ibáñez en el monte Cueto. Tras recibirse una segunda llamada en el servicio de emergencias 112, se decidió inspeccionar "por prevención" otra zona, el monte Cueto. Finalizada la investigación, no se encontró la segunda bomba.
De esta forma, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación, se confirma que no hubo ni explosión, ni artefacto ni la posibilidad de una 'trampa' para los cuerpos de seguridad. A pesar de que el primer repetidor quedó inutilizado, se destaca que ningún usuario de telefonía móvil resultó afectado, ya que la señal se desvió a otros repetidores.
El delegado de Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez, mostró su "más absoluta condena" a la banda terrorista ETA y a su estrategia de los últimos años de "acoso a las instituciones", por lo que apeló al Estado de Derecho y al mantenimiento de los cuerpos y fuerzas de seguridad en estado de "máxima alerta".