Los encargados de reorganizar la banda terrorista serán Mikel Oroz Torrea, alias Peru, y Alejandro Zobarán Arriola, conocido como Xarla. Ambos etarras están comandando la reorganización de la banda durante este falso alto el fuego, para atentar tras las municipales, verdadero objetivo de este período de esta suspensión de "acciones ofensivas" como anunciaron los criminales en su comunicado.
Estos dos nombres los desvela La Razón, que cita fuentes de la lucha antiterrorista. Esta información viene a poner caras a los dirigentes de una reorganización de que también alertó la Policía en el informe que el Gobierno filtró a Radio Nacional.
El diario desvela además cómo están acometiendo la reorganización los pistoleros, que pretenden montar una mínima estructura a la que quieren dotar de la máxima clandestinidad posible. Esto ha provocado que Peru y Xarla hayan abandonado a los etarras contaminados: esto es, quien haya figurado en las últimas operaciones policiales en Francia o España, huyendo a territorio galo, no contará con el soporte de la banda criminal.
Esto está provocado por la desconfianza y la inseguridad que ha calado en ETA, y estos nuevos cabecillas no quieren que esta etapa de reorganización se vea empañada por más detenciones. Así, los asesinos que la banda tiene disponibles se reducen a apenas 150 individuos. Suficientes para atentar cuando logren el rearme que están perpetrando bajo el paraguas de la, cada vez más clara, tregua-trampa.
Otras dos mujeres podrían componer la cúpula criminal, que serían Izaskun Lesaka e Iratxe Sorzabal, está última con especial protagonismo y relevancia. Su cometido habría sido el de redactar el último comunicado, y su labor cobra importancia en esta época en la que toda la banda está volcada en que Batasuna, con el nombre que sea, concurra a las elecciones municipales. También barajan su inclusión en las listas de Eusko Alkartasuna.