La Razón informa este martes sobre la hoja de ruta que está llevando a cabo la banda terrorista ETA. Su proceso está dividido en varias fases, de las cuales las dos primeras están cumplidas. En primer lugar estaba la alianza con Eusko Alkartasuna, para así debilitar al PNV y destruir Aralar. De hecho, ETA ordenó a Batasuna que informara a EA del contenido de su plan. En segundo término aparecía el alto el fuego que se proclamó este domingo.
Ahora ETA plantea sus exigencias, que pasan por la liberación de algunos de los presos etarras, los que según ellos ya han cumplido condena o los que están enfermos. También exige que se derogue la ley de partidos y que se produzca una paralización de la actividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado, es decir, que se frenen las detenciones.
El siguiente punto de su hoja de ruta pasaría por un "acuerdo político" entre los partidos de las provincias vascas y Navarra para llevar a cabo las reformas estatutarias que acordarían los parlamentos de ambas comunidades. A partir de ahí, los cuatro territorios deberían quedar unidos mediante un "estatuto nacional de Autonomía", que sería paso previo a la formación de un estado vasco. Si se fueran cumpliendo los pasos, ETA, dice, no atentaría e incluso también se acabaría con el terrorismo callejero.
Por su parte, La Gaceta ya publica la marca electoral con la que ETA pretende presentarse a las elecciones. En esta coalición estarían tanto Batasuna como EA y Aralar, un conglomerado de izquierda indepenentista, bajo las siglas de Euskal Herria Bai. Con esto, los etarras pretenden evitar su ilegalización aunque sus compañeros de viaje han puesto como condición que Batasuna renuncie a la violencia.
Además, se ha conocido que los batasunos Rafael Díez Usabiaga, Rufino Etxeberría e Iñigo Iruín pactaron con ETA el comunicado del domingo. Especialmente, tuvieron que negociar, según el diario de Intereconomía, con un sector de la banda poco proclive a hacer este tipo de gestos puesto que optan por el terrorismo como primera opción. El objetivo era suavizar los términos.