(Libertad Digital) ETA presume de que la organización terrorista está a punto de cumplir cincuenta años asesinando y causando terror y advierte al Ejecutivo de Zapatero que "la sucesión de ilegalizaciones, encarcelamientos y detenciones" no conseguirá acabar con ella. Es más, dice que "la resistencia seguirá mientras los derechos de Euskal Herria no sean reconocidos y respetados. Se sentarán de nuevo. Les haremos sentarse de nuevo para reconocer los derechos de Euskal Herria de una vez por todas". Es decir, que seguirá matando y que obligará al Gobierno de España a iniciar una nueva negociación.
Señala que los Estados español y francés "siguen dando pasos en su apuesta represiva" y que, para "aplastar a Euskal Herria", se basan en "ideologías fascistas en las que señalan que todos los independentistas son de ETA". De este modo, se refiere a las ilegalizaciones de PCTV y ANV, los procesos contra Askatasuna y las últimas detenciones en el Departamento francés de Pirineos Atlánticos.
La banda califica de "estratega represor" al ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que acusa de querer "profundizar el camino contra el movimiento para la liberación de la nación vasca" con operaciones policiales, detenciones y "torturas" con las que "ofrecer a la opinión pública antiabertzale la carnaza que reclama".
A su juicio, la citada estrategia "represiva" tiene como objetivo "cerrar todas las puertas a la izquierda abertzale, asustar a los militantes y, presionar a los presos políticos vascos con condenas de por vida". Ante esta situación, ETA pide "una reflexión a los ciudadanos vascos" y advierte de que no se quedará "cruzada de brazos ante el ataque terrorista global a Euskal Herria".
Asimismo, critica la labor de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco y asegura que "quieren dar motivos a la represión terrorista a través del discurso sangrante y subvencionado del victimismo". "Los militantes antiabertzales a sueldo del Departamento de Interior como Maixabel Lasa –responsable de la Dirección de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco– quieren con lágrimas de cocodrilo difuminar la opresión que está sufriendo este pueblo. Disfrazados de víctimas, los verdugos están llevando a cabo una caza de brujas contra la izquierda abertzale", añade.
ETA recuerda que está a punto de cumplir 50 años y señala que la vía para la solución es la definida hace diez años en la Declaración de Estella. Al actualizar la reflexión sobre aquel acuerdo, ETA reivindica que la fórmula para la resolución es "construir un marco democrático basado en la autodeterminación". La organización critica que las posturas de las fuerzas políticas representadas en aquel acuerdo "se han limitado a una involución en la política abertzale y otros siguen sin querer dar ninguna respuesta ni compromiso" y reitera que "Euskal Herria tiene derecho a decidir su futuro y necesita ser sujeto político".
En el comunicado, hablan también de temas como la situación política de la comunidad foral de Navarra, el acercamiento político entre PNV y PSOE, la cercanía de las elecciones autonómicas vascas o la crisis económica.
En cuanto al PNV, denuncia la "linea españolista" iniciada por Josu Jon Imaz y critica que apoyen los presupuestos de Zapatero pese a que la consulta de Ibarretxe haya sido prohibida. Considera que los dirigentes peneuvistas "dejan corta a la mafia siciliana" y "venden a este pueblo" por sus intereses. "El PNV tiene una apuesta neoestatutaria y por eso quiere una alianza estratégica con el PSOE", dice.
Por último, ETA se atribuye diez atentados terroristas. Exactamente, el cometido el 29 de julio en la localidad malagueña de Torremolinos (Málaga); las tres bombas que el 17 de agosto hicieron explosión en la costa de Málaga ; el intento de asesinato de un policía nacional en Basauri (Vizcaya) el 16 de septiembre; el doble atentado contra la sede central de la Caja Vital en Vitoria y el cuartel de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya) cometidos el 21 de septiembre; el coche bomba colocado junto al Patronato Militar de Santoña (Cantabria), con el que asesinó el 22 de septiembre al brigada Luis Conde; la colocación de una mochila-bomba en los juzgados de Tolosa el 4 de octubre; y el atentado contra el campus de la Universidad de Navarra , en Pamplona.