El día de hoy era de "mero trámite" así lo calificaba algún portavoz parlamentario. El de IU, Gaspar Llamazares apuntaba: "es más de lo mismo, podría decir, porque ya tuvo lugar el pugilato de ayer, que es lo que parece que les interesa a los partidos mayoritarios, y hoy faena de aliño".
De ahí, la desgana que hoy se respiraba en el ambiente y que mucho contrasta con la absoluta expectación mediática y política de la primera jornada del debate. También desgana en el presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero no nos dejaba ni siquiera su tradicional monosílabo en las preguntas de los pasillos. Al ser preguntado por el balance del debate, Zapatero sonreía y decía "Que lo haga Rubacaba... no, yo no..."
En días como estos, es el pasillo el que lleva la voz cantante. El debate lo moderaban los periodistas, aunque hoy fallaban los clásicos. La tradicional pregunta de ¿quién ha ganado el debate?, era sustituida por otra ¿está vivo Zapatero? (políticamente, se entiende). Así respondían los diputados a la encuesta de Libertad Digital.
"Está vivito y coleando", sentenciaba la diputada del PSOE, Elena Valenciano. Le respondía Vicente Martínez Pujalte del PP: "lo que ha parecido es cansado, sin propuestas de futuro, a rebufo de lo que pasa, pero todo el mundo puede resucitar". Más clara Rosa Díez, de UPyD: "Políticamente, está fracasado. Tan vivo como fracasado y tan fracasado como vivo". Y un mejor análisis, el del portavoz adjunto del PP en el Congreso, Santiago Cervera: "No tiene nada que ofrecerle al país y lo que está haciendo es enquistarse en una situación de poder político que nos va a llevar a tener muchos más problemas de los que ya tenemos".
Fiel a su estilo, José Bono: "que el presidente está vivo no es algo que deba yo certificar, no necesita fe de vida para poderse acreditar su viveza y su capacidad", aunque no quería "mojarse" en quién había ganado el debate. No así la incondicional de Zapatero, Leire Pajín. Así respondía a si Zapatero le queda un hilo de vida política: "Bueno absolutamente, creo que ayer quedo perfectamente claro". Más divertidas las ministras de Defensa, Carmen Chacón, y de Sanidad, Trinidad Jiménez, que salían juntas del hemiciclo y eran preguntadas por Libertad Digital. "Zapatero está en plena forma", decía la titular de Sanidad. "Sólo hay que ver la cara de Mariano", completaba la de Defensa, y reían ambas.
Y en este punto daban la vuelta al debate. "De lo que hoy hay que hablar es de que ayer no tenía ni ideas y hoy ni se presenta", se refería Jiménez a la ausencia de Mariano Rajoy en la segunda parte del debate. Y Chacón añadía: "es de muy mal perder eso de ni venir, yo creo que ni sus propios diputados los aceptan". Y Trinidad Jiménez remataba la faena: "Pasa como con los equipos de fútbol que cuando pasan a segunda división, ¿quién va al campo? Hoy había quince diputados del PP y Rajoy ni estaba". Una falta de respeto sentenciaban casi al unísono.
Una comentadísima ausencia que no ha ayudado para proclamar ganador a Rajoy porque como decía algún diputado: ¿quién va a darle un premio a quien no va a recogerlo? A la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría le volvía a tocar dar la cara. "Mire ayer tuvimos un debate muy intenso donde tuvo la oportunidad de decirle lo que pensaba", decía en referencia al cara a cara Rajoy Zapatero, "pero además ¿qué tenía que decirle hoy el presidente del Gobierno a los españoles?", justificaba a su jefe de filas.
¿De qué sirve el Debate del Estado de la Nación?
Con todo y con esto, el debate más importante del año se pospone hasta el dictamen de conclusiones de la próxima semana, en el que se debatirán y votarán las larguísimas proposiciones de los distintos grupos parlamentarios, que se prolongan más allá de la hora. Pero esa no es la relevancia de esta cita política de enorme calado.
Para lo que realmente sirve este Debate del Estado de la Nación es para medir la famosa geometría o "geografía variable" (como ayer lo calificaba algún portavoz) con la que cuenta el ejecutivo para tejer alianzas. Era hoy Joan Ridao, de ERC, el que definía a la perfección cuál es éste escenario. "Yo creo que Zapatero tiene un objetivo muy claro que es agotar la legislatura, creo que no tiene nada que perder con ganar tiempo puede tener algún aliado que seguramente no será ningún partido catalanista pero puede tener otros aliados no?"
Y la flecha apunta claramente al PNV. Y más después de ver el coqueteo de ayer entre Zapatero y Josu Erkoreka, portavoz del PNV, en el turno de réplica. "No descarto una mayoría estable y mejor con el PNV". Los presentes pensaban ya en el siguiente debate: los Presupuestos Generales del Estado.