La sentencia sobre el Estatuto de Cataluña se eterniza. El fallo continúa entre los muros del Tribunal Constitucional, aunque parece que el desenlace se aproxima. Según informa Victoria Prego en El Mundo, este lunes se reúnen los magistrados para examinar la tercera propuesta de sentencia. Y es muy probable que antes de que acabe el mes se dé a conocer el texto. Eso sí, nunca antes del 20 de julio, día en que Zapatero comparece en el Congreso.
Victoria Prego adelanta que “en el fallo va a haber pocos preceptos declarados abiertamente inconstitucionales”. Los artículos podrían agruparse en cuatro grandes grupos.
En la mayoría de casos se va a decir al Estatuto lo que no dice para no tener que declarar inconstitucionales a muchos de los preceptos; en otros, a la redacción del artículo se le va a añadir la coletilla “este precepto no obliga al Estado”, convirtiéndolo de esta manera en inofensivo; en un tercer grupo de artículos se afirmará que el precepto es constitucional “siempre que se salven las competencias del Estado”; y por último están las excepciones en las que a los magistrados les ha resultado imposible interpretarlo y no han tenido más remedio que declararlo inconstitucional.
Según Prego, se declararán inconstitucionales los artículos 90 y 91 sobre las veguerías, que hacían desaparecer las provincias y privaban de competencias a las diputaciones. “Si las provincias desaparecieran de Cataluña, desaparecería también el control organizativo y presupuestario del Estado sobre todo el territorio catalán, que pasaría a estar bajo el control de la Generalitat”, explica la periodista.
En el fallo también estará, por inconstitucional, todo el capítulo relativo a la Justicia, en general. En concreto, la creación del Consejo del Poder Judicial de Cataluña con las competencias que el Estatuto le asigna. También la aspiración de que el Parlamento catalán determine los tributos locales. Pocas cosas más se declararán abiertamente inconstitucionales.
Nada relativo a la lengua irá en el fallo. Junto a la financiación, estará en los fundamentos jurídicos donde ambas cuestiones, explica Prego, “perderán virulencia”.
La periodista señala que “el truco que esconde esta sentencia es evidente: consiste en decir sí en apariencia a lo que está diciendo no en realidad. De modo que tiene algo de timo, un timo que, sin embargo, podría permitir a los políticos catalanes vender como un éxito lo que acabe siendo todo un varapalo”, lo que provocará un “inmenso campo de inseguridad jurídica”.
La relación de votos, señala El Mundo, está a punto de llegar al 6-4 a favor de la sentencia tal y como está en la última propuesta. Incluso podría alcanzar el 7-3. Ahora bien, si en la reunión que este lunes celebran los 10 magistrados se retrocediera hasta un 5-5, la presidenta del Constitucional, María Emilia Casas, prolongaría las discusiones hasta pasado agosto para evitar que fuera su voto de calidad quien inclinara la balanza a favor del fallo.