La reducción de los Ejércitos y la profesionalización de sus miembros, así como la necesidad de aumentar la eficacia de los militares, supuso el primer impulso del programa Combatiente del Futuro (ComFut), cuyas primeras pinceladas se remontan a 1996. Poco o nada se supo de él durante los años siguientes. Y es que no sería hasta ya entrado el siglo XXI cuando recibió su impulso definitivo.
La fase de viabilidad se desarrolló en 2003, la de diseño y desarrollo en 2004, y el inicio del concurso de adjudicación en 2005. En 2006, el Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) del Ejército de Tierra comenzó su desarrollo junto a un consorcio de empresas españolas encabezadas por el consorcio europeo EADS, el principal contratista.
El programa incluía entonces todo tipo de sistemas tecnológicos que en su momento tenían una penetración relativamente baja –comparado con la actualidad– entre los ciudadanos, y que, por consiguiente, hicieron que al hacerse público el programa los titulares de los medios de comunicación incluyesen términos que evocaban a películas de ciencia-ficción, como Robocop, Soldado Universal o Starship Troopers. Hubo otras denominaciones que incidieron más en su conectividad a internet, como la de Cybersoldado.
Casi diez años después de su primer boceto, y cuatro después de la adjudicación del programa, el sistema del Combatiente del Futuro fue presentado este martes ante la ministra de Defensa, Carmen Chacón, después de que EADS entregase el pasado mes de marzo los primeros sistemas al Ejército de Tierra, que han estado probando 25 soldados pertenecientes a la Academia de Infantería de Toledo.
El ComFut se divide en siete subsistemas: Armamento, Fuente de Alimentación, Eficacia de Fuego (EFU), Información y Comunicación (SIC), Supervivencia, Sostenimiento y Preparación.
El sistema de Información y Comunicación se basa en un terminal radio y un ordenador portátil inalámbrico rugerizado, tipo PDA. El terminal radio, que incluye GPS y está preparado para gestionar voz y datos, permite asegurar las comunicaciones entre los miembros del pelotón y el enlace con niveles superiores. La PDA inalámbrica proporciona información al combatiente sobre el posicionamiento y seguimiento de las tropas, tanto amigas como enemigas, que se hayan localizado, permite el envío y recepción de mensajes, alertas, datos de la misión, etc.
El sistema de Eficacia de Fuego es un sistema optrónico del arma que otorga una mayor capacidad de detección del enemigo gracias a la utilización de equipos como cámara térmica, punteros láser e intensificador de imagen. La integración por enlace inalámbrico de los sensores del arma con un visor montado en el casco es fundamental para la seguridad del combatiente, puesto que le permite apuntar detrás de obstáculos sin necesidad de asomar su cuerpo.
En el diseño y desarrollo del sistema se han utilizado materiales de última generación, más resistentes y ligeros, para la protección balística en casco y chaleco antibalas. Igualmente, se han tenido en cuenta nuevos materiales textiles que permiten la reducción de firma IR (Infrarrojos) y térmica, un camuflaje mejorado o mayor defensa ante ataques NBQR (Nuclear Biológico Químico Radiológico).
El Combatiente del Futuro estará equipado con modernos sistemas de generación de energía, así como con sensores para informar del estado de salud de cada soldado, datos que llegarán al jefe de pelotón del que forme parte. Además, todo este equipamiento tendrá un peso de 30 kilogramos, lo que supone una reducción de seis kilos respecto al equipo que actualmente llevan los soldados españoles, por ejemplo, en la misión de Afganistán.
El diseño modular del sistema le permite adoptar una configuración específica según las condiciones del escenario, ambiente, misión y cometidos específicos dentro de su unidad.