(Libertad Digital) Para ir en silla de ruedas a una manifestación multitudinaria no basta con una grave discapacidad. Según Cuatro estamos ante un claro ejemplo de engaño urdido por el Partido Popular. Pese a que por desgracia las huellas del terrorismo etarra no hay que exagerarlas, el canal en abierto de Polanco decidió el pasado jueves presentar "una historia" según la cual una falsa víctima de ETA, marido de una concejala del PP, se colocó en primera línea de la manifestación del pasado 1 de octubre en Sevilla con el único fin de que el número de inválidos por culpa de la banda resultara mayor. Gabilondo dijo que no añadiría nada a la información para que el espectador juzgara por si mismo.
Supone Gabilondo que una persona que apenas puede andar –en las imágenes de Cuatro se apreciaba perfectamente– puede participar en una larga manifestación a pie como el resto, o bien que debería llevar su silla de ruedas entre la multitud. Gabilondo dijo que no iba a añadir nada a la "historia". Pero lo hizo desde el primer segundo y, además, sabía que otros como Blanco y López Garrido seguirían añadiendo al día siguiente. El protagonista de la información no dudó en relatar a la emisora que dudaba de su discapacidad que acudió a la manifestación como una persona más, nunca como víctima del terrorismo. Simplemente adujo que ir en silla de ruedas y en la cabecera era la única forma de cubrir la distancia de la marcha sin problemas de seguridad.
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Lanzada la noticia de Cuatro han llegado las reacciones del PSOE. El primero ha sido José Blanco desde su blog. Con escaso estilo, el secretario de organización socialista imita a Gabilondo: avisa de que no va a emitir juicios y termina lanzando toda clase de acusaciones. Véase el contraste entre el comienzo:
- "No quiero entrar en juicios de intenciones"
Y este otro párrafo:
- "Estábamos acostumbrados a que el PP mintiera en el número de manifestantes que acuden a sus manifestaciones, mienten en la cantidad, lo que no imaginábamos es que mintieran también en la calidad"
O este en el que exige ya una aclaración al partido de la oposición:
- "Resulta que la víctimas que no lo es está casada con una concejal del PP que le acompañaba animada en la manifestación. Resulta también que nadie ha dado aún explicaciones. Yo invito al PP a hacerlo"
El portavoz parlamentario del PSOE ha ido todavía más lejos. Diego López Garrido acusa al PP de "falsificar víctimas" y "utilizarlas contra el Gobierno". A su juicio, es un "hecho escandaloso" y "el colmo de la manipulación". Según el portavoz socialista, este ciudadano acudió a la marcha de la AVT en Sevilla el pasado 1 de octubre contra el diálogo con ETA "haciendo el papel de víctima del terrorismo", ya que se colocó en silla de ruedas junto a Irene Villa, cuando el hecho de estar enfermo de polio "no le impide andar".
Recalcó que esa manifestación había sido "auspiciada y llenada" por el PP y que, por lo tanto, "el PP está claramente detrás" de esta "escena patética y perversa" porque además se trata del marido de una concejal del PP en el Ayuntamiento sevillano de Umbrete. En su opinión, es "escandaloso", "realmente repugnante" y un "insulto a las víctimas". "Es una muestra de la política de la mentira y de la manipulación a las víctimas que viene desarrollando el PP", afirmó, tras emplazar al partido de Mariano Rajoy a "rectificar" su actitud y dejar de "utilizar" las política de Estado contra el Ejecutivo.
Sillas de ruedas para poder manifestarse
Tampoco ha tardado en llegar la respuesta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). En declaraciones a Libertad Digital, Francisco José Alcaraz aseguró que en todas las manifestaciones "se ponen sillas de ruedas para personas impedidas, la mayoría –añade– son víctimas de ETA pero también hay casos como el de Sevilla, simplemente personas que no pueden caminar". Alcaraz también explicó que se reserva una zona, la de la cabecera, incluso para personas muy mayores que no podrían participar entre la multitud que marcha tras la cabecera.
El ejemplo más claro de las explicaciones de Alcaraz es el de Irene Villa y su madre, María Jesús González. Habitualmente, pese a la gravedad de las heridas que sufrieron, su superación personal les ha permitido caminar ayudadas de vez en cuando con muletas. Pero por seguridad, en las manifestaciones utilizan la silla de ruedas ya que su ritmo no puede ser el mismo del resto de los asistentes.