En dicho congreso, Francisco González Cabaña rechazó un puesto en la nueva ejecutiva regional por seguir con el bastón de mando en la secretaría provincial del PSOE, en la Alcaldía de Benalup y en la presidencia de Diputación. Como es costumbre, la verdad de los desencuentros entre ambos miembros del Clan de Alcalá se quiere tapar con el recorte de gastos. El problema es que siendo como es Francisco Aído, padre de la ministra Bibiana, el hecho no puede pasar desapercibido ni en Cádiz ni en el resto de Andalucía y España como síntoma de descomposición del régimen dominante desde hace 30 años.
El procedimiento es la "degradación" forzosa. Francisco Aído verá reducidos su sueldo y sus responsabilidades porque de Jefe de Gabinete del presidente de la Diputación pasa a ser asesor de la Diputación adscrito a la Presidencia y dedicado a los actos institucionales. O sea, protocolo. O sea, fuera del meollo político.
La portavoz Olga González, diputada provincial de Presidencia, sucede a Aído en el gabinete. Cabaña tiene previsto además reducir el número de asesores y prescindir de, al menos, tres cargos de confianza. Este plan de ajuste se produce días después de que el Gobierno anunciara recortes en los ayuntamientos y sale a la luz justo el mismo día en que el Congreso aprobaba el decreto para reducir el déficit público.
Pero no pueden ocultarse las diferencias entre Cabaña y su jefe de Gabinete, Francisco Aído. Según La Voz Digital de Cádiz, "eran un secreto a voces. Los dos han mantenido una estrecha colaboración política y una fuerte relación personal desde hace décadas. Ambos forman parte de la cuna del socialismo gaditano, gestado en La Janda. Sin embargo, las diferencias surgieron tras el proceso que ha llevado a José Antonio Griñán a la secretaría regional del partido. La entrada de Griñán a la dirección socialista ha significado un aire renovador en los puestos directivos del partido que no se ha traducido en Cádiz." El responsable del inmovilismo del régimen de Alcalá es, naturalmente, Francisco González Cabaña.
Al parecer, Aído ha dicho en público y en voz alta lo que no debe decirse y se ha pronunciado en favor de un cambio generacional en Cádiz de la mano de gente más joven. Ahora ese cambio generacional le ha afectado a él mismo aún cuando, al parecer, él pensaba en otro cambio bien distinto, el de su hija, la ministra Bibiana Aído, como sucesora de Cabañas en el PSOE de Cádiz.
Ya no hay duda de que la relación González Cabaña-Francisco Aído se ha roto. Aído asumió la jefatura del Gabinete de la Presidencia en 2004, justo cuando González Cabaña se hizo con el sillón de la Diputación. Ahora se le ha comunicado el cese. Desde un despacho propio anexo al del Presidente pasará a compartir despacho con otros y además pierde un plus económico. El padre de la ministra Aído ya no tiene poder en la Diputación de Cádiz y su "degradación" implica el comienzo de una sorda guerra interna en el socialismo gaditano abrumado por los escándalos, los abusos de poder de un clan y la inminencia de una derrota electoral en Andalucía y en la provincia.
El PSOE de Cádiz echa al padre de la ministra Aído desafiando a Griñán
La excusa ha sido el supuesto plan de ajuste en la Diputación que preside el atípico Francisco González Cabaña, principal protagonista negativo del congreso que elevó a José Antonio Griñán a la máxima jefatura regional del PSOE. Pero el enfrentamiento entre ambos era más que notorio.
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