El objetivo era simular un lleno total en el Palau. Las fotos de las lonas de atrezo aparecen este sábado en La Gaceta y El Mundo. En este último se cuenta que tenían una numeración por detrás para poder ubicarlas correctamente entre el público real.
Desde CiU se piensa que quizás no las llegaron a utilizar, pues seguía colocado "el adhesivo protector de la zona posterior". No obstante, para este partido el objetivo está claro: se trataba de simular un lleno en el Palau, tras la polémica desatada entre ambos partidos durante la campaña por ver cuál de ellos era capaz de reunir más gente en el recinto.
La primera reacción del PSC tras el hallazgo fue negarlo y atribuirlo todo a una rabieta de CiU. Así lo aseguraron fuentes del partido al diario El Mundo.
Sin embargo, tres horas después los socialistas cambiaron de estrategia y acabaron confesando que las lonas eran suyas. Pese a la evidencia, arremetieron contra CiU por su "burdo intento de manipulación". Los socialistas argumentan que si se piensan que ellos pretendían engañar a los medios de comunicación y a los ciudadanos con esas lonas es porque se tiene un "pobre concepto sobre el criterio de los medios y de la gente".
Esta anécdota pone un broche pintoresco a una ya de por sí pintoresca campaña electoral, en el que los diferentes candidatos, y sus respectivas juventudes, han competido por ver quién tenía una ocurrencia mayor. Desde ‘Alicia Croft’ atacando inmigrantes ilegales, pasando por las porno campañas del PSC y Montserrat Nebrera en toalla.
Cierres de campaña
Por otra parte, los candidatos a la presidencia de la Generalidad apuraron ayer sus mítines de cierre de campaña.
Ante 20.000 personas reunidas en el Palau, Artur Mas dio por superados los siete años de oposición al tripartito y dejó claro que ya se ve presidente de Cataluña. Incluso confían en obtener la mayoría absoluta si vota más del 55% del censo.
Montilla, por su parte, apuró ayer la última jornada de campaña con mítines relámpago y envío masivo de ‘e-mails" y sms, en un intento de movilizar a su electorado. Su hasta ahora socio, ERC ha mantenido el hilo conductor de su campaña: el miedo al PP o, más concretamente, el miedo a que el PP consiga el tercer puesto en detrimento de ERC y se convierta en el partido bisagra. Joan Puigcercós cerró ayer la campaña reforzando este mensaje: "O el PP frena el independentismo o ERC frena al PP".
Alicia Sánchez Camacho eligió para cerrar la campaña Blanes, su ciudad natal, segura de conseguir mejorar los resultados del PP y alertando de un eventual Gobierno CiU-PSC.
Ciudadanos se despidió de dos semanas de campaña pujando nuevamente por los votos del electorado insatisfecho con la gestión del PSC, mientras el independentista Joan Laporta cerró con un baño de masas en Barcelona, llenando él solo el aforo de 2.000 personas del Palacio de Congresos.