En rueda de prensa tras la primera ejecutiva del PSC a la vuelta de las vacaciones, Iceta ha sido el encargado de dejar claro que el Estatuto catalán no es algo que afecte sólo a Cataluña, ya que es el resultado de un pacto en el que participaron también el Gobierno y Las Cortes.
También ha aprovechado su comparecencia para tratar de serenar el debate político catalán con dos mensajes: la necesidad de guardar silencio hasta no conocer la sentencia y la convicción de que el fallo que emita el alto tribunal no será "el fin de la historia".
Iceta ha precisado que "si la sentencia pone alguna cosa en cuestión, se tendrá que recuperar de alguna manera, por la vía política", y ha añadido que habrá que "respetar" las consideraciones del Tribunal Constitucional, pero también el techo de autogobierno que marcaron los catalanes al avalar el Estatuto.
Sin embargo, hasta que no llegue la sentencia, el PSC es partidario de no opinar sobre esta cuestión, y por este motivo Iceta ha apelado al "sentido común" de la clase política catalana para poner fin al "zafarrancho" de opiniones y propuestas sobre el futuro del Estatuto tras su paso por el Constitucional.
Ha explicado que los socialistas catalanes han decidido hoy no opinar sobre la sentencia del Estatuto hasta no conocerla, una posición que, ha añadido, "parece bastante de sentido común". En este punto, ha tildado de "sorprendente" que durante el verano se hayan sucedido "mil y una propuestas y opiniones sobre un hecho político que no se ha producido".
Iceta ha recordado el papel que juegan los medios de comunicación y ha asegurado que, si él fuera periodista, preguntaría a la clase política cómo se atreve a pronunciarse sobre una sentencia que aún no existe.
Ha añadido que la mayoría de los catalanes están "hartos" de ver cómo se pierde "la fuerza por la boca" y desean "ganar batallas", pero con firmeza y rigor, como se hizo la de la financiación.