LD (Agencias) De esta forma los populares escenificaron de nuevo la decisión que anunciaron en la Comisión Ejecutiva de la FEMP antes de las Navidades de no acudir a ningún órgano de decisión presidido por Pedro Castro al constatar que el alcalde de Getafe no dimitía, pese a la petición del PP en este sentido tras los "insultos" que profirió a los votantes de la derecha.
Según explicó la vicepresidenta de la FEMP y alcaldesa de Lizarza, Regina Otaola, los regidores populares participaron durante aproximadamente una hora en la Comisión Nacional de Administración Local por "respeto al Gobierno" al estar ésta convocada por el Ministerio de Política Territorial. Sin embargo, abandonaron la sala antes de que el presidente de la FEMP tomara la palabra para dar cuenta de la memoria de 2008.
"No podemos tener un presidente de la FEMP que no respeta a 10 millones de españoles", sentenció la alcaldesa de Lizarza, quien aseguró que el PP mantendrá su posición el tiempo que sea necesario hasta que el PSOE tome cartas en el asunto y destituya al presidente de la FEMP al no presentar éste su dimisión pese a las reiteradas peticiones desde las filas populares en este sentido. "Nuestra postura es la misma", afirmó.
En esta línea, el portavoz del PP en la institución y presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo, hizo un llamamiento a la dirección del PSOE para que intervenga en la FEMP y proponga un nuevo presidente. A su entender, los socialistas tienen en sus manos la posibilidad de cambiar la situación y acordar con el PP un nuevo presidente, para lo que mostró toda su disposición al diálogo.
Según reiteró el portavoz popular en declaraciones a los medios, "el problema no es la FEMP, sino Pedro Castro". Por eso, explicó que los alcaldes del PP siguen participando en las comisiones de la institución y acudiendo a las reuniones con el Gobierno para la reforma de la financiación local, aunque mantendrán su boicot a Pedro Castro.
El miércoles pasado el PP repitió esta misma estrategia en el Consejo Territorial que se celebró en Madrid, donde la actitud de los alcaldes populares llevó a los demás partidos a firmar una declaración en la que expresaron su "profunda decepción" por la ausencia de los alcaldes del PP y les pidieron "reflexión" para retomar la "normalidad democrática" de la institución, tal y como ha hecho Pedro Castro en reiteradas ocasiones.