La dirección nacional del PP, a través de su portavoz en el Congreso -Soraya Sáenz de Santamaría- se desmarca de Jaime Mayor Oreja escasas cuatro horas después de que éste advirtiera de que el Gobierno socialista vuelve a negociar con la banda terrorista ETA.
Sáenz de Santamaría ha señalado, en reiteradas ocasiones, las elecciones municipales y forales del próximo año como punto de inflexión. Si Batasuna-ETA, o alguna de sus franquicias, se cuela en las instituciones, entonces el Pacto Antiterrorista estaría tocado de muerte.
“Tenemos una gran preocupación de que Batasuna pueda volver a los ayuntamientos, y por ello reclamamos y exigimos al Gobierno que adopte todas las medidas para que no puedan volver a tener voz en las instituciones”, aseguró en la rueda de prensa posterior a la habitual Junta de Portavoces de los martes.
Tal y como avanzó Libertad Digital, el principal partido de la oposición no quiere “hacer sangre” con este asunto hasta no tener una “prueba irrefutable” de que el Ejecutivo ha vuelto a entablar contacto con los asesinos. En este sentido, entienden que las advertencias de Mayor Oreja van en la línea de “mantenerse aún más vigilantes”.
En más de media docena de ocasiones le han preguntado a Sáenz de Santamaría en este sentido, y una vez tras otra la dirigente popular respondía lo mismo. “La mejor manera de evitar cualquier preocupación de este tipo -dijo en una de sus contestaciones- es que Batasuna no tenga poder municipal”.
La portavoz del PP, que habló de “confusión” e “inquietud”, no desveló si su partido ha elevado algún tipo de queja al Gobierno central y/o autonómico, extremo que sí ha podido confirmar este periódico. Y es que, según las fuentes consultadas, tanto el presidente vasco, Patxi López, como el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, han recibido sendas llamadas reclamando explicaciones.