LD (Pablo Montesinos) Diez de octubre de 2007. El presidente del PP, y entonces candidato a ocupar La Moncloa, se ponía delante de las cámaras -a modo de mensaje institucional- para pedir a sus compatriotas "honrar y exhibir" la bandera nacional en los festejos del Día de la Hispanidad. El mensaje, muy criticado desde el Gobierno y el PSOE, tuvo repercusión en las calles: insignias en balcones y presencia multitudinaria en el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas.
Mariano Rajoy se sumaba así a la campaña de Nuevas Generaciones Somos España, que fue presentada por el presidente de los jóvenes populares, Nacho Uriarte, junto a Ángel Acebes, María San Gil y Daniel Sirera. Actualmente, sólo Uriarte sigue en su puesto. Para el presidente del PP, los ataques a la Monarquía y el nacionalismo radical merecían que los españoles celebraran "de manera especial esta fiesta".
"Porque somos una nación y queremos celebrarlo y dejar constancia de alegrarnos", proclamaba entonces Rajoy, para apostillar: "la bandera es de todos, en ellas todos estamos representados" y por eso "vamos a honrar y exhibir el símbolo que, con la Corona, mejor nos representa a todo el mundo".
Confesaba el líder de la oposición que se sentía "orgulloso de ser español" por lo que pedía a todos los ciudadanos que el Doce de Octubre hicieran "algún gesto que muestre lo que guardan en su corazón" ya sea "en casa o en la calle, de forma individual o con la familia y amigos".
"A todos los españoles: ¡Feliz día de la nación española! ¡Feliz día de la Fiesta Nacional!", sentenció el entonces candidato a presidente del Gobierno.
Una exaltación nacional de la que no ha quedado rastro. Fuentes de NNGG consultadas por Libertad Digital aseguran que "no hay nada previsto" porque este año "ya no tenía sentido". "Todo lo ocupa la crisis económica", explican.
Justifican la total ausencia de actos en que el año pasado había "un hecho político" que era el incumplimiento de la Ley de banderas. Sin embargo, a cuarenta y ocho horas del 12-O, los ejemplos para realizar este tipo de campañas salpican todos los rotativos nacionales: Ibarretxe sigue con sus proclamas separatistas, la exclusión del castellano se ha recrudecido en Cataluña, País Vasco y Galicia, se han multiplicado los actos radicales con mensajes independentistas, etcétera.
Sin embargo, un año después, "no son oportunas" este tipo de campañas y reivindicaciones nacionales. La estrategia del nuevo PP, agregan las fuentes consultadas, ha cambiado. Eso no quita, recalcan, para que todos lo españoles "salgan a la calle" a festejar la Fiesta Nacional. "A título personal iremos al desfile e invitamos a que todos los españoles también lo hagan", continúan. El mensaje, apuntan, "es el mismo" pero ahora se dice en voz baja, sin hacer mucho ruido.
En Génova la idea es exactamente la misma. En la agenda del presidente del partido destaca su presencia en los festejos del Doce de Octubre. Como es tradición, Rajoy acudirá al desfile de las Fuerzas Armadas y posteriormente se trasladará a la recepción oficial de Sus Majestades los Reyes con motivo de la Fiesta Nacional.