LD (Europa Press) El Partido Popular llevó este jueves al Pleno de la Cámara Baja la polémica surgida a raíz de las acusaciones del fiscal general del Estado a la Policía y conminó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a que cese a la cúpula policial en caso de que no sea Cándido Conde-Pumpido quien abandone su cargo.
Sin embargo, el titular de Interior minimizó la acusación del fiscal general porque el Estado de Derecho "funcionó" en las investigaciones de las listas electorales de ETA. Sin embargo, el diputado del PP, Arturo García Tizón, insistió en que Conde-Pumpido ha venido manteniendo una posición "instrumental y oportunista" de los procesos de ilegalización. Aún así, reconoció al fiscal general "preparación" para saber lo que dice, por lo que sus acusaciones son, cuando menos, "una fisura en la lucha contra ETA".
Conde-Pumpido afirmó que la Fiscalía ha solicitado a la Guardia Civil investigaciones sobre la posibilidad de que Batasuna intente concurrir a los comicios europeos porque la Policía no había atendido a los requerimientos del Ministerio Público en esta cuestión en el pasado, atendiendo únicamente a las solicitudes del juez instructor.
Rubalcaba no habló este jueves de "problema procedimental", como argumentó Interior el día de las acusaciones, y se limitó a decir que los informes policiales "llegaron a la Fiscalía". También recordó que esos informes sirvieron para ilegalizar listas y partidos, y apostilló: "El Estado de Derecho funcionó".
El Grupo Popular aprovechó una interpelación urgente sobre distintos casos de "descoordinación" policial acaecidos en los últimos meses para exigir ceses por la polémica. El texto de la interpelación hacía referencia a casos como la fuga del abogado Rodríguez Menéndez o la investigación del crimen de Marta del Castillo.
Del primero, Rubalcaba se excusó en que la descoordinación entre los ficheros de Instituciones Penitenciarias y Policía se producen desde 1985 y que el caso de Rodríguez Menéndez ha servido para solucionarlo, amén de que el letrado fuese detenido semanas después en una "brillante" operación policial.
De los supuestos problemas en los laboratorios de ADN de la Policía que habrían retrasado la detención del principal acusado de la muerte de la joven sevillana, se limitó a decir que es una noticia "radicalmente falsa".
Además, Rubalcaba tachó a los populares de "hachas" de la descoordinación policial en su época de Gobierno. Situó entre 2002 y 2003 los peores años de la delincuencia y añadió que, contra esa amenaza, el PSOE ha puesto más policías en la calle y ha creado bases de datos conjuntas, como la de antecedentes, que ya ha sido utilizada por Policía y Guardia Civil con 13 millones de consultas.
Por último, el ministro del Interior recuperó un episodio de descoordinación policial ocurrido en el madrileño barrio de Vallecas en 2002, cuando Policía y Guardia Civil apuntó estuvieron de enfrentarse a tiros en la persecución de un comando de ETA que, por aquel incidente, logró escapar en su mayoría.