LD (Europa Press) Los populares, cuyo Grupo parlamentario en el Congreso ya ha enviado una nota de prensa negando cualquier "veto", quieren recordar que en su día, tanto el PP regional como el PSOE llegaron a un acuerdo para la reforma del Estatuto y los dos grupos con representación en las Cortes de Castilla-La Mancha también lo hicieron, "por lo que ahora es el turno de los grupos con representación en el Congreso de los Diputados de acordar el texto".
El PP castellano-manchego dijo no entender "este desmesurado interés del presidente regional, José María Barreda, en que horas antes de haber convocado un desayuno informativo con medios de comunicación intenten propagar un rumor que no responde en absoluto a la realidad".
"Salvo que el máximo responsable de los socialistas esté buscando una salida política de índole personal ante un problema que él mismo ha creado; una salida que, por otra parte, no responde a los intereses de los castellano-manchegos, que demandan la aprobación de un Estatuto que defienda lo mejor para esta Comunidad, no sólo en materia hídrica, sino en cuestiones vitales para el desarrollo de esta región como son la financiación, el desarrollo competencial o el de las propias instituciones".
El PP, afirmó en nota de prensa, no entiende esta postura del PSOE de Castilla-La Mancha, máxime cuando la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, está teniendo una parte "muy activa" en las negociaciones para la búsqueda de un consenso. "Y es por ello por lo que, detrás de este burdo intento de manipulación, sólo puede estar la búsqueda de un supuesto culpable para justificar una ruptura de negociaciones que provocaría la retirada del texto estatuario, sin pensar en los intereses de los ciudadanos".
El PP regional puso de ejemplo la "escrupulosa y discreta" actitud de su presidenta, María Dolores Cospedal, en todo este proceso y volvió a reiterar una petición de "responsabilidad" con mayúsculas a los dirigentes socialistas castellano-manchegos, "pues ellos habrán de atenerse a las consecuencias de este tipo de actitudes, pues su responsabilidad es máxima, al ser ellos los que gobiernan tanto en España como en Castilla-La Mancha".