José Luis Álvarez Santacristina, alias Txelis, ha sido objeto de un seguimiento por parte de dos reporteros de El Mundo, después de que hace casi tres meses un juez de vigilancia penitenciaria le concediera un régimen de prisión atenuada que le permite salir de lunes a viernes de la prisión de Nanclares.
El resultado de tres semanas de investigación es un amplio reportaje del suplemento Crónica donde nos cuentan la mutación de Txelis, el "ideólogo de la ETA más salvaje y padre de la kale borroka". En los años en que fue líder de la banda terrorista, ETA cometió 200 asesinatos, entre ellos la masacre de Hipercor. Aunque nunca apretó el gatillo personalmente, el ex jefe de ETA acumula varias condenas en España, entre ellas la inducción al asesinato de Manuel Broseta el 15 de enero de 1992.
Álvarez Santacristina, que ha sido definido como el hombre más culto que ha pasado por ETA, ha dado un cambio radical en su vida, en una especie de viaje de ida y vuelta, pues si antes de convertirse en terrorista ya pasó por el seminario (1972-1975), ahora dedica su tiempo, entre otras cosas, a terminar su tesis doctoral en Teología e impartir clases de euskera en el colegio La Salle.
El reportaje de El Mundo incluye una gran foto de Txelis comulgando en la iglesia de San Ignacio de Loyola de San Sebastián. Por este motivo, esRadio ha querido hablar con el párroco y conocer su opinión. El sacerdote ha negado conocer a quién daba la comunión y no saber "quién es ese señor", en referencia al ex jefe de ETA.
Posteriormente le han preguntado qué habría hecho de haber sido consciente de a quién le daba la comunión. En un tono menos amable ha respondido: "Bueno eso son suposiciones, usted piense lo que quiera pero yo no conozco a ese señor y yo doy la comunión a todos los que se presentan aquí. Y no me pregunto si es capitalista, si es marxista, si es esto o no. Si viene, supongo que viene con fe. Y no lo sé. O sea que usted haga lo que quiera y piense como quiera, pero no involucre a otros con suposiciones suyas", tras lo cual ha colgado el teléfono bruscamente.