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El grupo Vizcaya de ETA tenía órdenes de atentar contra Grande-Marlaska

La dirección de la organización terrorista ETA ordenó hace un año grupo Vizcaya hacer seguimientos y elaborar información para atentar contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, según ha declarado a la Guardia Civil el cabecilla del grupo Arkaitz Goikoetxea, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. El etarra también ha declarado que planearon el secuestro de un concejal socialista, pero desistieron por la escolta que llevaba.


Operación contra ETA | Atentados en Cantabria
La dirección de la organización terrorista ETA ordenó hace un año grupo Vizcaya hacer seguimientos y elaborar información para atentar contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, según ha declarado a la Guardia Civil el cabecilla del grupo Arkaitz Goikoetxea, informaron a Europa Press fuentes de la investigación. El etarra también ha declarado que planearon el secuestro de un concejal socialista, pero desistieron por la escolta que llevaba.
L D (Agencias) El magistrado de la Audiencia Nacional tiene una casa en la misma urbanización de la localidad riojana de Ezcaray, en las proximidades de la estación de esquí de Valdezcaray, donde se registró la segunda vivienda de los padres de uno de los detenidos en la operación contra el grupo Vizcaya. Sin embargo, el comando no había elaborado aún ningún plan concreto para asesinar al titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional y en estos días, de vacaciones.
 
Según la declaración de Goikoetxea, los terroristas pensaron en secuestrar a un concejal socialista en el País Vasco. La confesión de los planes para secuestrar a un edil del PSOE por parte de Goikoetxea se ha producido después de que la Guardia Civil preguntase por el hallazgo en el zulo localizado anoche en Valgañón, en La Rioja, de una caja de tranquilizantes. Tras unas primeras negativas del terrorista, éste admitió los planes para secuestrar a un concejal del PSOE con la intención última de forzar al Gobierno a una negociación con la banda terrorista.
 
Los seguimientos al concejal socialista se produjeron al menos cuatro meses después de la ruptura formal de la tregua por parte de ETA. En ese momento, la organización terrorista ya había retomado su campaña de atentados inaugurada con el coche bomba que Goikoetxea y otro hombre del comando hicieron estallar en agosto junto a la casa cuartel de Durango.
 
 

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