El líder popular no lo desvela, pero sí da pistas de por dónde podrían ir los tiros. Según fuentes de su entorno, él fija posiciones pero no hace demandas. Una política de “frío-calor”, de la que ya dio cuenta Libertad Digital, y que pasa porque su equipo alce la voz a favor de un adelanto electoral mientras que él se encarga de hacer llegar “la alternativa” que representa su formación.
“Lo de Pío García Escudero en el Senado no fue casualidad, responde a una estrategia milimétricamente calculada”, sentencian las fuentes consultadas.
Así las cosas, tanto en las direcciones de Génova como del Grupo Popular ya sabían de antemano que su jefe no se lanzaría. De hecho, sí alguien del Ejecutivo, ya fuera Salgado o el presidente Zapatero, hubiera respondido a Rajoy, el jefe de la oposición no tenía intención alguna de llevar a la réplica una petición de elecciones.
El momento de "la estacada final"
Entonces, ¿para cuándo el váyase señor Zapatero? “Tiene que ser una fecha clave en el debate parlamentario, y sólo hay dos momentos al año de estas características”, explica el entorno del presidente popular: el Debate sobre el estado de la Nación y la votación de los Presupuestos Generales del Estado.
Por cercanía, todas las miradas están puestas en el primero de los debates, que se celebra antes de las vacaciones de verano. De puertas para adentro, son ya una inmensa mayoría quienes quieren que Rajoy dé “la estocada final” al jefe del Ejecutivo. “No es lo mismo que lo pida yo que lo pida él, de ahí que todos estemos esperando, ansiosos, que lo haga. Este Gobierno no puede dirigir el país ni un minuto más”, exclama un miembro de su Comité de Dirección.
Rajoy comparte este extremo, y así se lo dice a quien le pregunta, por ejemplo en la reunión que tuvo con sus barones en fechas recientes. Da “pataditas por debajo de la mesa” hasta “la zancadilla” que, esperan, se produzca en el Debate sobre el estado de la Nación.
“Con el debate de hoy no sólo se produce la quiebra de los planteamientos” del Ejecutivo en su gestión, sino el “fracaso de toda su política, no sólo económica (…) mi grupo no contribuirá con su voto a que el principal problema de la economía, usted -Zapatero-, siga ahí”, sentenció Rajoy desde la tribuna, ante la ovación cerrada de la bancada popular.
Campaña del PP contra CiU, UPN y CC
En cuanto a la votación, ganada por el Gobierno por un solo voto, el PP ya prepara una campaña en Cataluña, Navarra y Canarias para explicar a los mayores de edad de estas regiones que “por culpa de CiU, UPN y CC” sus pensiones han quedado congeladas. Estos tres grupos, con su abstención, han permitido que el decretazo saliera adelante. A Rajoy le ha molestado especialmente la postura de los navarros, cuyo diputado, Carlos Salvador, “era de los nuestros”.
Y, como no, Valencia fue el otro gran foco de atención. A los móviles de más de un dirigente popular le llegaban noticias de lo que Francisco Camps había soltado en la sesión de control de las Cortes regionales. Otra “perla de las suyas” que no viene sino a constatar lo que piensa la mayoría, que “tiene que dimitir”.
La información de Libertad Digital , desvelando que amagó con montar “un partido independiente” si hacen por expulsarle, también centró buena parte de los corrillos. “Es un ejemplo más de que ha perdido la cabeza, sin embargo todo el mundo sabe ya -Rajoy incluido- que el único que todavía no se entera de que está muerto políticamente es él”, afirmó un marianista. No todos lo tienen consigo. Acompañado de un resoplido, un miembro de la cúpula sentenció: “como no hagamos algo, nos queda Camps para rato”.