El nuevo vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido el gran defensor y promotor del sistema SITEL, el polémico sistema de interceptación de llamadas muy criticado por el Partido Popular.
Sin embargo, tal y como informa Carmen Morodo en La Razón, las dudas vuelven a aparecer sobre este sistema de vigilancia a raíz de un proyecto de obras convocado por el Gobierno y que tenían un valor de 200.000 euros. El "Proyecto de obras de reforma y ampliación de la Sala Técnica SITEL", situado en la comisaria madrileña de Canillas.
El primer problema se da en el coste del proyecto y el presupuesto asignado por los Presupuestos Generales del Estado de 2010 para SITEL puesto que no cuadra de ninguna manera. En este sentido, el Gobierno licitó un contrato de obra que si no supera los 200.000 euros puede aplicarse como "negociado sin publicidad", lo que implica que la empresa contratante, en este caso el Ejecutivo, tantea a tres empresas y sólo publicita aquella que finalmente haya sido elegida.
En este caso, la oferta de contrato de obras para la ampliación de la habitación de SITEL era de 207.000 euros pero se adjudicó no a una empresa de reformas sino a una de ingeniería informática de software por 181.727 euros. No cuadra el proyecto con la adjudicación final.
Pero las dudas van más allá. En los Presupuestos Generales del Estado de 2010 se recogen un total de dos partidas para SITEL. Una por un importe de 14.000 euros y otra por 48.000 euros. Es decir, 62.000 euros de presupuesto cuando el Gobierno ha adjudicado 200.000 euros. La pregunta es de dónde sale el resto del dinero.
Pese a que el proyecto está clasificado dentro del apartado 45.3 de la ley de contratos del sector público, que se enmarca en la "instalación de edificios y obras", en realidad se adjudicó a INGECIBER. Esta empresa está especializada en ingeniería asistida por ordenador y ofrece todo tipo de prestaciones de software para mejorar el rendimiento.