La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha acordado este jueves elevar al Senado y al Congreso los suplicatorios para seguir investigando al senador del PP, Luis Bárcenas, y al diputado de este partido Jesús Merino, imputados en el "caso Gürtel" por los delitos de cohecho y fraude fiscal.
En un auto, el Alto Tribunal acuerda suspender toda la tramitación de las actuaciones hasta que se le remitan dichos suplicatorios. El hecho de que el juez se decida a solicitarlos a las Cámaras significa que el tribunal procederá tarde o temprano a la imputación definitiva del senador y el diputado del PP. Sin dicho requerimiento no se puede puede procesar en España ni a diputados ni senadores.
No obstante, todo parece indicar que, aunque el magistrado Monterde pida las Cortes sendos suplicatorios, dicha imputación no llegará hasta septiembre. En primer lugar, porque nos encontramos fuera del periodo de sesiones de las Cámaras y, en segundo, porque agosto es inhábil y la tramitación de dichos suplicatorios conlleva un proceso en el Congreso y Senado de varios días.
La Fiscalía también lo solicitó
Dicha petición atiende a la solicitud de la Fiscalía que ayer pidió nuevamente al instructor que se tramite los suplicatorios para proceder contra ambos con todas las consecuencias. En un comunicado hecho público este jueves, el Ministerio Público explica que esta petición se realiza “tras examinar la documentación aportada por la defensa de Luis Bárcenas en su comparecencia voluntaria, y ante la necesidad de practicar diligencias de investigación para dilucidar lo acaecido, diligencias que no pueden llevarse a cabo legalmente sin la concesión del mencionado suplicatorio”.
Por su parte, el fiscal pide que se practiquen nuevas diligencias como es la citación de coimputados o el requerimiento a diversas entidades bancarias la información relativa a movimientos de cuentas corrientes y depósitos bancarios de los que eran titulares los citados aforados.
Dicho esto, lo que sí parece evidente es que las "versiones" de Bárcenas y Merino no han convencido al juez Monterde. Todo apunta que no se librarán de sentarse en el banquillo de los acusados.