LD (V. Gago) El 25 de mayo de 1993, un millón de votantes del PSOE o indecisos declararon haberse decidido a favor de José María Aznar tras verle debatir con Felipe González en Antena 3. Según un sondeo de Demoscopia publicado al día siguiente en El País, el debate influyó en un 11 por c iento del electorado –bien fuese fijando el sentido del voto si estaba indeciso, bien cambiando de orientación, de un partido a otro– .
Quién lo pillase ahora, deben estar pensando Rodríguez Zapatero y Rajoy, que no logran destrabarse de un empate enquistado en los sondeos desde hace un año. Está claro que en sus careos van a ir a por ese millón de votos que hoy decantarían la victoria. De cómo preparen y afronten esos 180 minutos, va a depender el futuro de ambos y, en buena medida, también el de España durante los próximos cuatro años.
DEBATES CON AGENDA-TRAMPA
Los debates de agenda cerrada benefician al candidato a la reelección. Y, en concreto, la agenda pactada por Pío García Escudero –director de la campaña del PP– y José Blanco –su homólogo en el PSOE– para los debates del 25 de febrero y el 3 de marzo acentúa la situación de desventaja de Mariano Rajoy.
Los dos partidos han acordado que los 90 minutos de cada cara a cara se repartirán en cinco bloques temáticos, debatidos en el siguiente orden:
1) Economía y Empleo (minuto 00:00 - 18:00)
2) Política Social (18:01-36:00)
3) Política Exterior y de Seguridad (36:01 - 54:00)
4) Política Institucional (54:01 - 72:00)
5) Retos (72:01 - 90:00)
VENTAJA PARA ZAPATERO
Los jefes de Campaña, García Escudero y Blanco, han cerrado al máximo el campo de juego.
Así, por ejemplo, en el bloque de Economía y Empleo, Rajoy y Zapatero hablarán, por este orden, de: datos macroeconómicos, empleo, empleo juvenil y femenino, competitividad, precios y salarios, y fiscalidad.
Una observación detenida de cada epígrafe sugiere ciertos inconvenientes a Rajoy y notables ventajas a Zapatero.
MINUTO 00:00: ECONOMÍA
Empezar por el cuadro macroeconómico de España permite al presidente del Gobierno seguir pregonando unos datos que, considerados en el conjunto de los cuatro años, indican crecimiento del PIB y del empleo. Rajoy, a la contra, tendrá que esforzarse por central el debate en la evolución de la economía en el último año.
Tocar el tema del empleo juvenil y femenino permitirá a Zapatero esgrimir la reciente sentencia del Tribunal Constitucional rechazando el recurso del PP contra la Ley de Igualdad, para volver a presentar a su oponente Rajoy como un candidato retrógrado que se opone a la igualdad de hombres y mujeres. De nuevo, el candidato del PP puede verse respondiendo a la defensiva.
Sólo al final de este bloque sobre Economía y Empleo aparece un epígrafe dedicado a la fiscalidad, donde, ciertamente, el PP cuenta con un programa más atractivo para los contribuyentes que el del adversario. Rajoy ha anunciado que los contribuyentes con ingresos de hasta 16.000 euros no pagarán un céntimo de IRPF. También ha anunciado otras bonificaciones fiscales para madres y mujeres trabajadoras. Sin embargo, la exposición de estas importantes ventajas competitivas ante las cámaras puede servir de muy poco, al final de un bloque plagado de áridos datos macroeconómicos y acusaciones demagógicas de machismo al candidato del PP.
MINUTO 18:01: POLÍTICAS SOCIALES
El segundo bloque, dedicado a las Políticas Sociales, representa un flanco en el que el PP suele tener problemas de identidad. Sus propuestas sobre pensiones, dependencia y política de familia no tienen un perfil distintivo claro de las de cualquier programa socialista. De hecho, el PP ha entrado, en parte, en la subasta por el voto con promesas de gasto social como el dentista "gratis" –como lo llaman los políticos– y la paga de 3.000 euros por natalidad, superior en 500 euros a la que ofrece Zapatero. Bajo perfil, por lo tanto, para Rajoy en algunos epígrafes de este bloque sobre Políticas Sociales, mientras que en otros, como Inmigración e Igualdad hombre-mujer, puede ser pasto de la demagogia de su oponente y verse, de nuevo, a la defensiva.
MINUTO 36:01: POLÍTICA EXTERIOR Y DE SEGURIDAD
Llevamos ya 36 minutos de debate, y Rajoy no habrá tenido aún ocasión de desenmascarar a Zapatero por sus mentiras sobre la negociación con los terroristas de ETA, por su táctica de crispación –confesada a Iñaki Gabilondo en la célebre conversación grabada tras la entrevista en el canal Cuatro– y por su pacto con nacionalistas e independentistas para excluir y satanizar al PP. Es decir, los principios y conductas esenciales del presidente del Gobierno no habrán aparecido aún en el debate.
En el tercer bloque, sobre Política Exterior y de Seguridad, habrá que hacer hueco para hablar sobre Política Exterior, Cooperación Internacional y Ayuda al Desarrollo, Política de Defensa, Seguridad Ciudadana y Seguridad Vial, y Lucha contra el Terrorismo nacional e internacional. Como se observará, al menos sobre el guión, Rajoy dispone de escaso margen para intentar poner al descubierto la verdad de la negociación con ETA, que es lo que da sentido a todo el mandato de Rodríguez Zapatero y constituye su flanco más vulnerable como candidato a la reelección.
MINUTO 54:01: POLÍTICA INSTITUCIONAL
El cuarto bloque, sobre Política Institucional, permitirá a los candidatos contendientes hablar sobre el Estado autonómico, las reformas y los órganos constitucionales, la cooperación institucional, los derechos y libertades cívicas, y la Justicia. De nuevo, el guión favorece a la demagogia de Zapatero, al incluir como tema de debate algo que no debería estar en cuestión en ninguna democracia, como el catálogo de derechos y libertades cívicas. Al hablar sobre el Estado autonómico, es de esperar que Rajoy ataque con la ruptura del orden constitucional por la vía de los hechos consumados y Zapatero responda acusando a su oponente de emular en Andalucía y Valencia el Estatuto de Cataluña.
MINUTO 72.01-90:00: RETOS
Los debates se cerrarán con un bloque dedicado a los Retos, con incursiones en la I+D+i, la Sociedad de la Información, el cambio climático y el desarrollo sostenible, y las Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda. Aquí aparece, de nuevo, el PSOE enredando y el PP dejándose enredar con temas a la medida de la retórica hueca de Zapatero, como los compromisos sobre I+D+i, la Sociedad de la Información y el cambio climático. Para el final de la sesión, cuando probablemente una buena parte de la audiencia ya haya desconectado o cambiado de canal, queda en el guión el análisis de la política de infraestructuras, donde se supone que a Rajoy aún le quedarán ganas de rebañar algunos votos, simplemente enumerando el caos y las situaciones de abusos contra los usuarios de RENFE provocados por la gestión del Gobierno de su adversario.
MINUTO |
El Guión de Zapatero |
El Guión de Rajoy |
00:00 - 18:00 |
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18:01 - 36:00 |
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36:01 - 54:00 |
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54:01 - 72:00 |
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72:01 - 90:00 |
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AUDÍMETROS A PLENO RENDIMIENTO
En la campaña de 1993, la última en la que hubo debates televisados en España, los cara a cara fueron tan decisivos, que si Aznar pudo haber ganado por su buen rendimiento ante González en el debate de Antena 3, es un hecho aceptado por todos los observadores que perdió las Elecciones por su mal debate en Tele 5, una semana después.
Los debates con agenda cerrada, como los que celebrarán Zapatero y Rajoy, obligarán a los respectivos equipos a planear cómo imprimir al menos una idea por tema en la memoria de la audiencia.
Las entrevistas realizadas por el canal Cuatro al candidato del PP y al socialista han tenido una audiencia de 2,5 y 4 millones de espectadores, espectivamente. Las ediciones del programa de TVE Tengo una pregunta para Usted dedicadas a Zapatero y Rajoy también batieron récords de audiencia, en ese caso favorables al líder popular.
Estos precedentes, unidos a que no se celebran debates en unas Elecciones Generales desde hace quince años, y a la situación de empate que expresan los sondeos, apuntan a que los debates del 25 de febrero y del 3 de marzo serán seguidos con un interés inusitado.
DIÁLOGO DE SORDOS
Los debates televisados de la pasada campaña a las Elecciones Autonómicas muestran hasta qué punto el formato está evolucionando hacia un diálogo de sordos debido a la presión de las agendas cerradas y al interés de los candidatos por colocar sus mensajes precocinados, independientemente de lo que esté diciendo su adversario en cada momento del debate.
Sirvan como ejemplo los debates entre Esperanza Aguirre (PP), Rafael Simancas (PSOE) e Inés Sabanés (IU), emitidos por TeleMadrid.
La superioridad de la candidata del PP en esas sesiones obedeció a que, mientras sus oponentes administraron sus turnos en atacar la gestión de Aguirre por supuestos escándalos de su Gobierno o en criticarla por su mala relación con el alcalde Ruiz-Gallardón, la candidata a la reelección dedicó los suyos, en general, a exponer datos sobre nuevas camas hospitalarias o kilómetros de autopista creados en Madrid durante los últimos cuatro años, y a anunciar las principales medidas de su programa para los siguientes cuatro.
ANTES DEL MINUTO CERO
Los candidatos prepararán los careos en sofocantes encierros con sus respectivos equipos de campaña. Ningún manual enseña a preparar un debate así. No existe literatura académica o práctica y si existe, no sirve. Los vendedores de burras del márketing político no sirven para ese momento en el que dos personas se enfrentan, no sólo entre sí, sino a sus propias inseguridades. No hay dos debates iguales, porque los políticos son seres humanos, no robots, y sus reacciones varían de una persona a otra, de una situación a otra.
La herramienta más eficaz, la única que proporciona cierta ventaja, es el conocimiento exhaustivo del otro. Paradójicamente, el dominio sobre el adversario empieza por la empatía. No se puede ganar unas elecciones si uno no se convierte, en algún grado, en aquel al que quiere derrotar. No hay gran diferencia entre dar caza al competidor por el poder ante las cámaras de televisión y dar caza a Moby Dick ante el juicio de Dios.
Durante las sesiones de preparación, alguien en el equipo de Rajoy interpretará a Zapatero como si fuera el mismo Zapatero, y alguien en el equipo del candidato socialista interpretará a Rajoy como si fuese el mismísimo Rajoy. El éxito depende, en gran medida, de que el simulador llegue, no sólo a expresarse, sino sobre todo a pensar como si fuese realmente el adversario al que interpreta.
Generalmente, las sesiones de entrenamiento con sparring se graban en vídeo, con el fin de detectar y corregir errores. Servirán de muy poco, si la simulación del adversario no se acerca lo más fielmente posible a su forma de razonar y de encubrir, de atacar y defenderse. En la preparación de los debates, como en la estrategia militar, lo más valioso es llegar a atesorar un conocimiento lo bastante profundo del otro como para poder trazar con bastante precisión su campo de iniciativa y de reacción.
El autismo, la autocomplacencia y el ardor guerrero son una rémora en los equipos de campaña. El triunfo es de los que saben mirar y escuchar al otro de manera paciente y distante, sabiendo de antemano dónde puede dar un paso en falso.
En ese aprendizaje de las fortalezas y debilidades del adversario estuvo la clave, por ejemplo, de la victoria de Felipe González sobre José María Aznar en el segundo debate televisado de 1993, cuando el entonces candidato socialista a la reelección condujo el debate hacia la gestión de su Gobierno en la captación de fondos europeos de cohesión y Aznar le respondió acusándole de presidir un "gobierno de pedigüeños". Con importantes sectores de la población educados por el socialismo en la expectativa del maná de los subsidios, ahí se acabó la campaña para el PP.