Contundente, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha dado la sorpresa al subir a la tribuna para defender la postura de su formación ante el decretazo del Ejecutivo. Y lo ha hecho para anunciar que no apoyará el plan de ajuste, pero también para acusar a Zapatero de ser el mayor "lastre" para los intereses de España.
"¿Cómo era aquello de que España se merece un Gobierno que no nos mienta?", sentenció el jefe de la oposición, en referencia a las permanentes contradicciones del Gobierno, la última ayer mismo entre el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y su titular de economía, Elena Salgado.
Desmentidos, rectificaciones y una conclusión, a juicio de Rajoy: "necesitamos un Gobierno que no nos mienta". En este sentido, ha sacado los colores al jefe del Ejecutivo al recordarle que "llevamos dos años reclamando que reaccione" y al final nos han tenido que imponer desde la Unión Europea que actuemos contra la crisis.
Sin embargo, aclaró, "nadie nos ha dicho en qué partidas tenía que meter la tijera". En este punto ha centrado su discurso. Rajoy se ha dirigido a la bancada socialista para preguntarles "qué clase de decreto es éste que deposita en los más débiles el despilfarro de Zapatero".
"¿De verdad que no había partida presupuestaria antes que recortar a los pensionistas?", ha continuado Rajoy, cosechando en constantes ocasiones el aplauso de los suyos. El líder de los populares se ha respondido: "los pensionistas no pueden ir a una huelga, por eso es por lo que están en el decreto".
Tras apuntar que el Gobierno también "ha destrozado" el Pacto de Toledo, Rajoy ha dicho que "no podemos aprobar este decreto porque responde a la improvisación", momento en el que ha desvelado una nueva "mentira" de Zapatero: "tuvo la desfachatez de afirmar que somos el único partido que no queríamos reducir el déficit, falta a la verdad, en esta misma cámara el pasado septiembre así lo dije".
El problema, arguyó, es que Zapatero no hace bien las cosas a pesar de que "hay una alternativa a este decreto injusto". "No vamos a apoyar este decreto porque el primer problema se llama desconfianza y Zapatero es fuente de esa desconfianza", sentenció.
Y llegó la traca final: "Zapatero no merece nuestro apoyo, ha logrado convertirse en el principal problema de la economía española, este decreto simboliza el fracaso de toda su política, mi grupo no va a contribuir con su voto que usted siga ahí, si otros lo hacen será su responsabilidad".
El jefe de la oposición no se atrevió, eso sí, a pedir elecciones anticipadas o una moción de censura.