El diputado del PP, Ignacio Gil Lázaro, ha vuelto a la carga sobre el caso Faisán durante la sesión de control. Sin embargo, y como ya es corriente, Pérez Rubalcaba se ha ido por las ramas sin contestar a las preguntas sobre el chivatazo a ETA.
“Los hechos le señalan y su silencio le acusa”, dijo el popular al titular de Interior, del que dijo que no ha dudado “usar la manipulación y el engaño”. Pero Rubalcaba no estaba por la labor de contestar y espetó: “no tengo nada que decirle sobre este tema del que me preguntó la semana pasada, y la anterior, y la anterior...”. Así que molesto, el popular le respondió que hará “tantas preguntas como hagan falta para conocer la verdad”.
De hecho, el popular subrayó que el “control” del caso Faisán “se le ha ido de las manos” y avisó a Rubalcaba y Zapatero de que están “acorralados”. Puso como ejemplos las informaciones de Gómez Benitez, consejero del CGPJ y amigo de Garzón, que fue uno de los mediadores del Gobierno con ETA y también la posibilidad de que Garzón tenga que dejar el caso ante las múltiples imputaciones que tiene pendientes.
“Usted no aprendió nada de cuando era portavoz de un gobierno contra las cuerdas”, sentenció Gil Lázaro, que indicó que “cuando se comete un delito es suicida pensar que nunca nadie conseguirá probarlo”.
Pero Rubalcaba se defendió como hace últimamente, haciéndose la víctima de una “sarta de insultos, calumnias, injurias que pasarán a la historia del Parlamento”.