Que el silencio institucional en torno al 11-M es absoluto y que ningún partido político quiere comentar ni dar relevancia a los nuevos datos que tanto Libertad Digital como El Mundo han ido aportando a las investigaciones sobre el mayor atentado terrorista de Europa es algo ya sabido. Pero este jueves, sexto aniversario de la matanza, la casta política ha dado un paso más: el Congreso ha decido olvidar esta fecha y ha elegido una nueva para celebrar el Día de las Víctimas del Terrorismo.
A partir de este año cada 27 de junio se conmemorará el Día de las Víctimas del Terrorismo porque ese día fue el primer atentado mortal de ETA. "Desgraciadamente" en España "cualquier día podría servir", dijo Bono, porque hay muchos días con víctimas del terrorismo. El 27 de junio de 1960 ETA mató a su primera víctima, Begoña Urroz, una niña de 22 meses.
Bono ha leído una declaración institucional en la que ha apelado a la unidad de los partidos. "Cuando está en juego el valor supremo de la vida, lo que nos une a los políticos es más de lo que nos separa", dijo. Dijo que los terroristas "viven en cavernas, cultivan el odio y ocultan su veneno bajo cualquier norma. No hay terrorista bueno ni pueblo que sea digno si es capaz de convivir y acoger a esa maldita especie". En el terrorismo "no hay izquierdas ni derechas" y "estaremos juntos hasta acabar con ellos". "Que vuestra mirada sin rencor nos ayude a todos a encontrar el camino".
Cada 27 de junio a partir de este año, por tanto, el Parlamento no será "campo de confrontación", dijo, sino un lugar donde todos los grupos compartan "el recuerdo, el dolor y el respeto frente a la belleza de la vida".
Improvisación manifiesta en el homenaje
Tras la lectura del texto, el pleno guardó un minuto de silencio. El homenaje ha contado con la presencia, en la parte inferior del hemiciclo, de la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón. Los cuatro permanecieron sentados en sillas frente a la tribuna, en el lugar que suelen ocupar las taquígrafas. Y en un ejemplo más de la improvisación con el que se preparó el homenaje, la página web del Congreso no recogía el evento, sino que sólo hablaba esta mañana del que se celebraría por la tarde, a partir de las 17 horas.
También se encontraban en el homenaje el presidente del Senado, Javier Rojo, sentado junto a Bono en la Presidencia, así como el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sus tres vicepresidentes, y prácticamente todos los ministros, ocupando sus escaños habituales del hemiciclo. No ocurriría lo mismo horas después.
Zapatero, el gran ausente y la "fuente de la memoria" de Bono
Zapatero no ha asistido al segundo homenaje previsto en la Cámara Baja a las 192 víctimas de los atentados que se produjeron hace hoy seis años. Este segundo acto comenzó a las 17 horas en la Sala Internacional del Congreso.
Organizado por la Fundación de Víctimas del Terrorismo, su presidenta, Maite Pagazaurtundúa, ha incluido intervenciones de las representantes de las asociaciones de víctimas con la lectura del preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de los nombres de las 192 víctimas de los atentados. Ha concluido, de nuevo, con un minuto de silencio.
Después Bono ha vuelto a dar un discurso en el que ha destacado que enumerar a los fallecidos en la masacre así como el minuto de silencio "no es un mero rito". "No gastamos inútilmente el tiempo. Sí tiene sentido. Este acto tiene sentido porque aunque se avive el recuerdo y el dolor también sirve para revivirles en el corazón, porque nadie muere del todo mientras no se le olvida".
Y llaman la atención estas palabras del socialista: "Este acto es para beber de la fuente de la memoria, porque en España éste es probablemente el hecho más trágico de nuestra historia reciente. Nos queda todavía más por recordar que por olvidar. Tenemos que tener fresca la memoria. Una sociedad moralmente sana necesita conciencia de los crímenes terroristas".
Sin embargo, Bono, como el resto de los políticos, sí apoya el silencio y el carpetazo en torno a las investigaciones a pesar de que se desconoce quiénes fueron los autores de la masacre y los inductores de la misma, así como el arma homicida del crimen.
Homenaje en la Puerta del Sol
El silencio y el recogimiento reinaron esta mañana en la Puerta del Sol durante el homenaje organizado por el Gobierno regional en recuerdo de las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004. Esta vez sí acudió Tomás Gómez, el secretario general del PSM, que el año pasado no quiso asistir para politizar el acto.
A pesar de las bajas temperaturas que se registraron a primera hora de la mañana en el centro de la capital, personalidades de la vida política y judicial se acercaron esta mañana hasta el kilómetro cero para rendir tributo a las 192 personas que perdieron la vida en las explosiones de los trenes, así como a quienes quedaron heridos y a los que colaboraron en las labores de rescate de los afectados.
Cuando el reloj de la Puerta del Sol marcaba las 9 horas y el 'Réquiem' de Mozart empezaba a sonar, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, acompañados por los portavoces de PP (David Pérez), PSOE (Maru Menéndez) e IU (Gregorio Gordo), colocaron una corona de laurel en la placa que recuerda a los fallecidos el 11 de marzo y las personas que ayudaron a socorrer a las víctimas.
Junto a ellos, estaban la vicepresidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza, y la presidenta de la asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez
Al acto institucional, que concluyó con la interpretación del himno de España, acudieron también el presidente del PP, Mariano Rajoy, y su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría; la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcárcel; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Francisco Javier Vieira; el fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, y el decano de los Juzgados de Madrid, José Luis González Armengol.
También se sumaron al homenaje los miembros del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez; el secretario general del PSM-PSOE, Tomás Gómez; diputados regionales y alcaldes de distintos municipios de la región, entre ellos Bartolomé González, de Alcalá, una de las ciudades que más afectada se vio por los atentados.
Además, estuvieron presentes el Defensor del Menor, Arturo Canalda; concejales del Ayuntamiento de Madrid, entre los que destacaban el vicealcalde, Manuel Cobo, y el portavoz del PSOE, David Lucas, y representantes del Samur y de la Policía Municipal.