La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha rechazado este martes apartar al presidente de este órgano, Carlos Dívar, de las deliberaciones sobre la posible suspensión del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que había sido planteada tanto por los dos abogados que se querellaron contra el magistrado por el asunto de sus cobros de la Universidad de Nueva York como por Carmen Negrín, nieta del último jefe de Gobierno de la II República.
Negrín solicitó la abstención de Dívar al entender que incurre en "falta de imparcialidad" al haber jurado en su día "lealtad al Caudillo" al entrar en la carrera judicial; mientras que los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón lo hicieron alegando una supuesta amistad entre el presidente del Consejo y del Tribunal Supremo y el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5.
Considera el Consejo que ni los abogados ni la nieta de Negrín pueden recusar a ningún miembro de este órgano en relación con la suspensión de Garzón porque no pueden ser tenidos por parte en este procedimiento, que es de carácter administrativo.
En el escrito que remitieron al CGPJ la semana pasada, Mazón y Panea señalaban que habían tenido conocimiento de la amistad que une a Garzón y Dívar, "labrada, al parecer, cuando el actual presidente del CGPJ lo era de la Audiencia Nacional". Por ello, y en virtud del principio de "imparcialidad de las funciones públicas", consideran que procedía su "abstención y, subsidiariamente, recusación" en este procedimiento. Señalaban además que, según la Ley de Procedimiento Administrativo, que es la que rige en el expediente de suspensión abierto por el CGPJ a Baltasar Garzón tras la admisión contra él de tres causas penales en el Tribunal Supremo, "el recusado debe manifestar si es cierto o no que existe amistad estrecha con Baltasar Garzón".
Precisamente este martes hace una semana, esta misma Comisión Permamente rechazó apartar a los vocales José Manuel Gómez Benítez, Pío Aguirre y Miguel Carmona del debate sobre la eventual suspensión del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, tras haber sido recusados por estos mismos abogados por supuesta amistad con Garzón.
La petición de Negrín estaba pendiente de resolverse desde el pasado 9 de febrero. En su escrito, el abogado de la mujer, Joan Garcés, señalaba que existe el "temor fundado a falta de imparcialidad" de los magistrados "que juraron ante Dios lealtad al Caudillo y a los principios fundamentales del Movimiento" -era la fórmula utilizada antes del 5 de julio de 1977-, y que esta circunstancia podría afectar a Dívar a la hora de pronunciarse sobre la suspensión de Garzón en relación con la querella por prevaricación admitida a trámite contra este magistrado por tratar de investigar las desapariciones durante el franquismo.