Este jueves el avión militar A400M realizó con éxito su primer vuelo en Sevilla con testigos de excepción como el Rey o los ministros Sebastián y Chacón. Este gran proyecto, realizado por varios países europeos entre los que se encuentra España, ha visto ya la luz aunque no es oro todo lo que reluce.
Según informa El Mundo este sábado, los problemas económicos están lastrando este proyecto, que está viendo cómo el gasto se está disparando. Este dinero tiene que ser sufragadado por los países que han participado en la fabricación: Francia, España, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía.
De hecho, todavía no han llegado a un acuerdo con Airbus en la forma de sufragar estos sobrecostes. Mientras el avión despegaba en el aeropuerto sevillano de San Pablo, los representantes de Defensa intentaban sin éxito encontrar una solución para la financiación del avión militar.
En este sentido, el director general de Airbus, Fabrice Bréguier ya había avisado en unas declaraciones al La Tribune. "Los Estados tendrán que aceptar un preció más alto", sentenció el directivo del gigante aéreo, que además añadió que el aumento que estos países tendrán que pagar será "significativo".
Sin embargo, el problema de la financiación tiene visos de convertirse en un gran escollo puesto que la fabricación de la aeronave ya había supuesto un coste adicional de 5.500 millones con respecto a lo proyectado inicialmente. Además, la fabricación ha experimentado un retraso de dos años que provocó que algunos países anulasen su reserva de compra.
El proyecto de este tipo de transporte nació en el año 2003, tras el acuerdo alcanzado por siete países europeos que se comprometieron a la compra de 180 unidades, con un importe del programa de cerca de 20.000 millones de euros. Estos países eran Alemania (60 unidades), Francia (50), España (27), Reino Unido (25), Turquía (10), Bélgica (7) y Luxemburgo (1).
Posteriormente se unieron al proyecto Sudáfrica, con ocho aviones, y Malasia, con cinco unidades. Recientemente y tras los retrasos acumulados por el desarrollo del avión, más de dos años, y el aumento del precio del mismo, el gobierno sudafricano ha decidido suspender la compra.