LD (Pedro de Tena) El edificio, de los más importantes de Gerena, fue derruido el 3 de abril de 2007 por decisión del gobierno local que dirige Jacinto Pereira (PSOE), que pretendía levantar en el solar y en parte de la plaza en la que se situaba un centro destinado a las personas mayores en vez de restaurarlo y tal vez aprovecharlo para el mismo fin.
El edificio, obra de José de Espiau y Muñoz en el año 1911, estaba catalogado por su valor arquitectónico y tenía un grado de protección C, de tal forma que tan sólo podían realizarse obras en su interior con el permiso expreso de la Consejería de Cultura. Según el Partido Independientes por Gerena (IPGE), las obras de demolición se realizaron sin licencia y sin contar con los correspondientes permisos. Este partido presentó ante la Delegación Provincial de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio en Sevilla una denuncia por los hechos descritos, que derivó a la Dirección General de Inspección del mismo departamento el 9 de septiembre de 2008
Cuatro meses más tarde (el 8 de enero pasado), el director general de Inspección, José Ortiz Mallol, envió un escrito al Ayuntamiento de Gerena en el que exponía que, de acuerdo a las normas subsidiarias municipales vigentes, "el Mercado de Abastos está calificado como Sistema General de Equipamiento Comunitario, encontrándose incluido en el listado de elementos arquitectónicos de valor histórico y artístico, por lo que únicamente se podrán autorizar obras de reforma interior de la edificación que no afecten a la tipología específica del edificio y cualquier reforma o actuación del tipo que sea deberá ser informado en sentido favorable y previamente a la concesión de la licencia de obras municipal por la Comisión Provincial de Patrimonio histórico-artístico". El escrito subrayaba también que la construcción en marcha "invade parte de la plaza pública calificada en el citado planeamiento vigente como espacios libres".
Pero, claro, el Mercado ya había pasado a ser parte del polvo sin que la Junta de Andalucía lo haya impedido. La Inspección, "teniendo en cuenta todo lo anterior", solicitaba al Ayuntamiento que le remitiera la licencia y los informes técnicos y/o jurídicos emitidos al respecto y, en caso de no existir éstos, le ordenaba "la suspensión de las citadas obras" y la tramitación de "los correspondientes procedimientos sancionador y de protección de la legalidad".
A la vista del grado de protección del edificio derruido, a juicio de IPGE, el Ayuntamiento habría vulnerado la legislación autonómica en el materia y sus propias normas urbanísticas, ya que sería del todo imposible que la Comisión de Patrimonio hubiese autorizado los trabajos. La sospecha viene corroborada por la ausencia en el Consistorio de un permiso en dicho sentido, según IPGE.
El edificio, que en el momento de ser demolido se encontraba en aparente estado de ruina, era una de las pocas obras de arquitectura industrial de Espiau (1879-1938), uno de los máximos representantes del estilo regionalista, autor del hotel Alfonso XIII y de edificios localizados en la Avenida de la Constitución y las calles San Gregorio, Álvarez Quintero, Orfila y Pérez Galdós.
Recordemos que Gerena saltó a la actualidad debido a que su alcalde ha sepultado sendos cementerios, uno romano y uno árabe, con las máquinas de sus yernos que resultaron ser socios de la empresa interesada en construir dos urbanizaciones sobre el tesoro arqueológico. Además,, numerosos objetos procedentes de los descubrimientos desaparecieron tras haber sido entregas bien al alcalde, bien a los diferentes actores de las obras denunciados por el Partido de Independientes por Gerena.
Por si fuera poco, se ha sabido que dos lápidas del siglo VIII estaban en poder del alcalde de Gerena, quien se negó a entregarlas al Museo Arqueológico Provincial de Sevilla. Téngase presente que este alcalde, Jacinto Pereira, ha sido vicepresidente de la empresa promotora de Turismo de la Diputación de Sevilla y es catedrático de Latín y Griego.