Los estudiantes y ciudadanos de a pie que han asistido al seminario que la Universidad San Pablo CEU está celebrando sobre la lucha contra el terrorismo han obligado a la clase política a retratarse. “¿Por qué razones no estuvieron en la concentración de víctimas del pasado seis de noviembre?”, le preguntaron a Rosa Díez y Antonio Basagoiti, que protagonizaban una mesa redonda.
La diputada de UPyD pareció ofenderse: “Yo no asistí porque no vi conveniente asistir. La ventaja de la Democracia es que puedes a asistir o no libremente sin tener que pedir perdón por ir o no ir”, zanjó, sin responder realmente a la cuestión, que hacía mención a las razones.
La excusa del líder de los populares vascos fue aún menos precisa. “Querían un acto sin políticos”, dijo, para a renglón seguido aducir que no estuvo el 6-N porque “no entraron en contacto conmigo”.
Olvida Basagoiti que las asociaciones de víctimas nunca se han puesto en contacto con las formaciones políticas tras convocar un acto sino al contrario. Así ocurría en la anterior legislatura, cuando el por entonces secretario general del PP, Ángel Acebes, se ponía personalmente en contacto con Francisco José Alcaraz, que ostentaba el cargo de presidente de la AVT, una vez hacían pública una convocatoria.
A esto se suma que el líder nacional del partido, Mariano Rajoy, dio orden de que asistiera “a título personal” cualquier dirigente del PP que así lo estimara oportuno, por lo que podría haberse desplazado a Madrid en esta condición.
Dicho lo cual, el presidente del PP vasco sí que defendió que las víctimas del terrorismo celebren todos los actos que deseen y, en su exposición inicial, hizo una defensa de las mismas así como un contundente discurso contra ETA.
Anasagasti pide que ETA vuelva a las instituciones
Basagoiti y Díez no fueron los únicos en quedar retratados. El senador del PNV Iñaki Anasagasti era otro de los invitados, y su discurso a favor de que el brazo político de ETA regrese a las instituciones vascas así como su rechazo a que haya “vencedores y vencidos” provocó el clamoroso rechazo tanto de los componentes de la mesa como del público.
Precisamente, fue este último el que con ejemplos y preguntas corrosivas puso en jaque al dirigente nacionalista, que apeló a la Transición española para defender que los proetarras vuelvan a las cámaras de representación. Basagoiti tomó entonces la palabra para corregirle: “No se puede hacer ese planteamiento, eso es lo que pretenden los malos. Es un diagnóstico falso e injusto que nos viene a traer más ETA”, sentenció, recibiendo el aplauso del auditorio.
El PSOE planta a las víctimas
Y alguien más quedó retratado este miércoles: el PSOE y, concretamente, la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero, que rehusó a última hora asistir a los actos del CEU a pesar de que aseguró que iría con meses de antelación.
Una cancelación que, además, se produjo de muy malas formas. Según fuentes de la organización, fue su secretaria y no ella quien llamó para rechazar su presencia por “motivos laborales” y desde las filas socialistas no se propuso entonces ninguna otra persona para que la mesa de debate no quedara coja.