Rosa Díez considera que sería "impensable" en cualquier país del mundo que quien preside una institución haga un llamamiento contra el alto tribunal del Estado "y eso le saliera gratis".
En su opinión, Montilla se ha comportado como "un batasuno al uso o como la rama menos institucional del PNV que se empeñan en formar parte de las instituciones y aprovechar su cargo para deslegitimarlas". "Es lo que se llama actuar como un vulgar 'okupa'", resume.
Es más llega a afirmar que quien "utiliza" su cargo en una institución para "llamar a la desobediencia" contra otra está "deslegitimado" para seguir ostentando esa representación. "No se puede estar en el parlamentarismo y en el guerracivilismo a la vez - sostiene -. Llamar a los ciudadanos a la insumisión contra las decisiones de los órganos democráticos de un Estado de Derecho es algo completamente incompatible con la asunción de una responsabilidad pública y política".
"¿Qué ejemplo es el que se da a los ciudadanos a quienes permanentemente se llama a que cumplan la Ley? ¿Qué cabe esperar que hagan los ciudadanos ante el comportamiento de su presidente que insta a no cumplir las leyes y las resoluciones de los órganos jurisdiccionales cuando no le gustan? ¿Qué tipo de pedagogía antidemocrática es ésta?", se pregunta a renglón seguido.
Le recomienda irse a casa
Tras subrayar que "no es de extrañar" que el prestigio de los políticos esté "por los suelos" con actuaciones como la de Montilla, Díez le recomendó "irse a casa" si, como parece, es "incapaz" de hacer pedagogía democrática y de comportarse como un demócrata cumpliendo y defendiendo el cumplimiento de la Ley. "Como dicen los clásicos, las leyes pueden equivocarse a veces, pero quien no las cumple, se equivoca siempre porque renuncia a su ciudadanía", agrega.
En su opinión, "lo peor" de esta situación es que la actitud del presidente catalán intentado "chantajear" al Constitucional no merecerá una crítica ni una llamada de atención por parte del jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.
"A mi juicio, (Montilla) está descalificado para seguir en el Gobierno de la Generalitat, y si el Gobierno de España no llama la atención sobre la gravedad de esa misiva, será cómplice de la peligrosa deriva de cuestionamiento del Estado de Derecho que todo esto supone", concluye.