Ni una sola palabra en defensa del Poder Judicial. Ni el más mínimo gesto de apoyo. Al contrario, el Gobierno ha dejado claro que apoya los insultos y las coacciones al Supremo que se produjeron el martes en la Complutense alentados por el rector Berzosa y por el ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo. De la Vega no tenido ni la más mínima crítica a las barbaridades que allí se dijeron, al contrario, el atentado contra el Estado de Derecho está justificado en la "libertad de expresión".
Según De la Vega, "se están mezclando diferentes debates": El de la discusión social, el de la discusión jurídica y el aspecto estrictamente judicial. En el debate social "estamos ante un tema que despierta sensibilidades por razones históricas y políticas y se manifiestan distintas sensibilidades siempre bajo la libertad de expresión". Y dijo que el Gobierno, por "responsabilidad" no va a entrar en ese debate. En cuanto a la discusión jurídica dijo que es "enormemente complejo" y que lo tienen que resolver los jueces y que "en su momento valoraremos". En cuanto al que denominó como "debate judicial", defendió la "presunción de inocencia" de Garzón. "Hay que respetar y no adelantar acontecimientos" aseguró.
Tal vez el Supremo y los jueces insultados en el aquelarre garzonita del martes esperaban alguna palabra de aliento o algún reproche hacia los agresores. Pues se quedaron con las ganas. De la Vega se limitó a decir que las "instituciones democráticas funcionan bien" y hay que "apoyarlas y respetarlas", pero sin dar ejemplo. Pidió respetar "tiempos y el debate jurídico" y, de forma equidistante "el debate social en el ámbito de la libertad de expresión". Y además emplazó a "serenar y ponderar el debate de opinión y que sea compatible con el funcionamiento del Estado de Derecho". En consecuencia, habrá que deducir que De la Vega y el Gobierno entiende por debate ponderado y sereno lo sucedido el martes en la Complutense.
Se empeñó De la Vega en afirmar contra viento y marea que el Gobierno no se pronuncia, por lo que hubo que recordarle las manifestaciones de Blanco, Sebastián y otros miembros del Gobierno apoyando a los vociferantes y la presencia de Zarrías en el acto. "El Gobierno no va a entrar ni ha entrado en el debate" y las manifestaciones "han sido claramente respetuosas con el Tribunal Supremo, con la independencia del Poder Judicial". Otra cosa, según De la Vega, son las manifestaciones de un miembro del Gobierno en apoyo a la presunción de inocencia del juez: "No es comparable apoyar la presunción de inocencia con atacar la independencia del Poder Judicial o interferir" en el proceso". Y claro está, todo la culpa del PP, que quiere "desviar la cuestión con la instrumentalización de temas judiciales que afectan al PP".