Entre esta frase: "La Justicia no está para favorecer procesos políticos, pero tampoco para obstaculizarlos", pronunciada por Cándido Conde Pumpido, y esta otra: "Los fiscales no admitirían jamás la imposición de un criterio político", han pasado exactamente tres años.
En la negociación del Gobierno con los terroristas de ETA, Conde Pumpido colaboró en el mal llamado "proceso de paz" impulsado por Zapatero. De tal manera que en 2005, cuando Grande Marlaska pidió prisión para Arnaldo Otegi, el líder de Batasuna-ETA llegó a exclamar: "Me parece increíble. ¿Esto ya lo sabe Conde-Pumpido?"
Dos años después, en marzo de 2007, retiró una acusación contra el portavoz de Batasuna-ETA, que ni si quiera llegó a ser juzgado en aquella ocasión.
En octubre de 2006 pidió reducir la petición de pena contra el etarra De Juana Chaos de 96 a 12 años por amenazas a funcionarios de prisiones, y en enero de 2007 pidió a la Audiencia Nacional prisión atenuada para De Juana.
Asimismo impidió la impugnación general de las listas de ANV en las elecciones municipales de mayo de 2007. Y es que, por aquél entonces, para el fiscal general de Estado la Ley de Partidos era "una especie de Guantánamo electoral", que impedía a los proetarras ejercer su derecho al voto. Y no dudó en expresar su desasosiego por si en la aplicación de la ley se había "ido demasiado allá". La posibilidad de instar la ilegalización de ANV y pedir al Supremo que impidiera a este partido presentarse a las elecciones era algo "desproporcionado".
También afirmó en ese contexto que "el vuelo de las togas de los fiscales no eludirá el contacto con el polvo del camino".
Pero no sólo de echar un capote al Gobierno durante la negociación ha adquirido reputación Conde Pumpido. La Fiscalía cerró filas en torno a la versión oficial del 11-M. Célebre se hizo el "vale ya" de Olga Sánchez, quien contaba con el respaldo del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, nombrado por el propio Conde Pumpido después de que cesara a su antecesor, Eduardo Fungairiño.
Más reciente ha sido su actuación en Gürtel o el caso Faisán. En el escandaloso chivatazo a ETA, sólo el Ministerio Público quiere poner fin a tres años de investigaciones. La Fiscalía no da valor a las pesquisas presentadas a Garzón por el inspector Carlos G. y su equipo encargado de realizar las indagaciones. Se refiere a ellas como meras conjeturas policiales sin pruebas y pide al juez que dé carpetazo al asunto.