Cándido, Cándidoooooooooo todos los jueces estrellas sois tabernarios, ñiquiñaques, trapaceros campeones en trácalas cómo la octava maravilla y te atreves a decir qué "no admitiréis jamás la imposición de un criterio político o la impartición de una orden que repugne a la legalidad". No lo creo, que garzonita, Marlasca y compañía sean libres están subyugados y sobornados por la Gestapo zapateril y de la cuerda de RU-GAL-KABA "el rey de la prevaricación y del delito" junto otros sopapeados están haciendo de la injusticia como una institución oscura y amenazante y si no fuese así ya habrían cortado SITEL al desgobierno, y la G. Civil y policía honrados qué no callen por no delatar a otros compañeros, si callan tan culpable es que qué comete la acción cómo el qué la encubre.
Este país está podrido porqué han anulado los valores humanos y éticos
Conde Pumpido cree ahora que la condena a Otegi está "perfectamente justificada. ¿PERO SABE ESTO EL FISCAL GENERAL DEL ESTADO?
¿ Cómo es que se ha atrevido el sr. jues a meter en la carcel a un hombre de paz ?
Credibilidad "0" a quien no le importó en su momento manchar su toga con el polvo del camino. Su autoridad la perdió en su dia y ya no es momento de hacerse el bueno.
Pumpido, Garzon, Casas y alguno más han quemado su carrera y su prestigio en aras de una politica radical y no deben ser reconocidos como reflejo de la Justicia sino más bien de todo lo contrario.
LIMPIEZA EN LA JUSTICIA es lo que reclamamos los españoles aunque mientras este ZP en la Moncloa, ni limpieza ni honestidad, ¡nada!. ¡Ni llegará ni se le espera...!
Pero ¿sabe Conde Pumpido lo que ha dicho Conde Pumpido?
Francisco Velasco escribía en abril: AGUAS FECALES DE LA FISCALÍA. Entonces se decía lo que ahora se extracta:
Las declaraciones del sr. Conde Pumpido, Fiscal General del Estado, en torno a la ausencia de cooperación de la Policía, me han parecido de una gravedad extrema. (...). Pero, ¿qué le ha picado al sr. Conde Pumpido, quien defendía antaño la mácula en la toga, que, más tarde, a conveniencia de la coyuntura gubernamental, decía que había que sacudirse de la toga el polvo del camino, y que ahora se deja caer con tamaño disparate hacia estos excelentes servidores públicos?
Zig-zag-zig-zag. -Pero ¿y la legalidad? (...) Con este zigzagueo, uno tiene la impresión de que Pumpido ya no sabe si se debe al Estado, al Gobierno o al Partido del Gobierno, porque el interés general es el de todos, no el de los psoecialistas, porque los derechos de los ciudadanos incluyen los derechos de los policías y porque la ley es la misma para todos y no está sujeta a los cambios de humor de Zapatero ni de los suyos.
¿Qué le pasa a Pumpido? Este articulista se alarma por el proceder de este hombre que es, ni más ni menos, el que debe velar por la independencia de los tribunales, el que ha de ejercer sus funciones conforme a los principios de dependencia jerárquica (¿también los fiscales zigzaguearán a su ritmo?), de unidad de actuación (¿todos los fiscales deberán, pues, moverse al mismo tiempo, procurar una toga inmaculada a la vez, y como en un ballet, sacudirla con brío para que ni una mota de polvo quede?), de legalidad (si Pumpido entiende que la policía incumple su obligación, ¿no debiera denunciar a los responsables conforme a la Constitución y al Ordenamiento?; si él no lo hace, ¿la coreografía fiscal, tampoco?) y de la imparcialidad (si acusa de parcial a la policía, ¿debería mostrarse objetivo a la hora de demandarla con igual rigor que si calificara de parcial a los jueces?; en su defecto, ¿tampoco los demás fiscales?).
¿Cómo es posible que todo un Fiscal General cometa el error de meter en el mismo saco de responsabilidad, si la hubiere, a más de 60.000 policías? Y si Pumpido conoce a policías responsables de incumplir sus funciones, que se deje de declaraciones públicas e interponga la querella pertinente, e individualizada, contra ellos, pero que no ponga en solfa la dignidad, la profesionalidad y la honradez de todo un corporativo que se está dejando la vida en su difícil oficio.
(...) Sí es evidente que ha callado como un muerto cuando Rubalcaba, De la Vega o Velázquez han refutado sus palabras. Con este silencio, pone de relieve que su gallardía se limita para con los más débiles y que sus palabras son tan infundadas como su actuación. (...) ¿Los mandos profesionales, no los políticos, de la policía han salido a la palestra para defender a sus subordinados jerárquicos? Mis fuentes me aseguran que no, pero su mudez les hace cómplices y la mirada hacia otro lado implica dar cobertura a un ataque injusto e irresponsable y contribuir a desacreditar al Cuerpo.
Un problema se subsigue: el de la profesionalidad de los responsables policiales. Cierto es que la Ley contempla el instituto de la libre designación, pero no menos cierto es que matiza su excepcionalidad y su provisionalidad. (...). Se designa a los secuaces, a los conmilitones, a los pelotilleros, a los dóciles, ciegos, sordos, mudos que sólo obedecen la voz de su amo. La voz de su amo. Pero ¿no éramos iguales y libres en una democracia? Miren, la democracia es el PSOE y el PSOE es la democracia. Si Zapatero es un deócrata, hombre. -Querrá usted decir demócrata. He dicho lo que he dicho, deócrata o teócrata, aunque su dios no es otro que él mismo. Por eso, en política, los ateos somos cada vez más numerosos.
Es increible que en un país democrático la Fiscalia Gral. del Estado, actúe de esta manera. Si la Justicia se corrompe ¿qué nos queda?
¿Ya te has limpiado la toga del barro y del polvo del camino, Pumpido?
¿Ha quedado bien? Yo me haría otra, para quita y pon. Por eso de las ocasiones, ahora toca impoluta, mañana quién sabe si con más mierda que el palo de un gallinero.
Despreciable lacayo.
Si la jugada aconseja que Otegui sea invitado a comer en Palacio se dispone lo necesario y tan ricamente.