Sábado 29 de noviembre, Pola de Siero (Asturias), sede del Partido Popular. Diez de los doce alcaldes del Principado se reunían a puerta cerrada con Francisco Álvarez Cascos a fin de transmitirle el respaldo a su candidatura. Una fotografía ya de por sí complicada, habida cuenta de que muchos de ellos sufrieron "fuertes presiones" por parte de la dirección regional para que declinaran su asistencia.
Un acto de fuerza que, a ojos del entorno del ex ministro, demuestra "la verdadera fuerza" de Cascos. Libertad Digital reconstruye esa reunión gracias al testimonio de buena parte de sus componentes.
En un primer momento, Cascos hizo un pormenorizado análisis del devenir de acontecimientos de la crisis de la formación en Asturias. Una cronología, por muchos ya conocida a través de los medios de comunicación, que incluía el espaldarazo que Mariano Rajoy le dio en verano, y del que dio cuenta en exclusiva este diario.
El que fuera titular de Fomento también echó mano de los estudios demoscópicos realizados hasta la fecha, y que reflejan que los ciudadanos le prefieren a él antes que a cualquier otro como candidato del PP. De hecho, una de sus mayores bazas de cara a Génova es que "las bases claman" por su regreso. Instó, incluso, a la celebración de un congreso extraordinario, lo cual fue apoyado por barones regionales como Esperanza Aguirre o José Ramón Bauzá.
Tras ello, volvió a reiterar por enésima vez su disposición a encabezar las listas y a reformar el partido con el objeto de que el PP salga de la caverna. Y es que, explican ediles asistentes a la cita, "hemos perdido plazas importantísimas" desde que Ovidio Sánchez tomó las riendas de la formación.
Los alcaldes también tomaron la palabra, y uno a uno fueron mostrando a Cascos su respaldo. Sólo faltaron dos: el de Oviedo, Gabino de Lorenzo -enemigo declarado- y el de Llanera, Avelino Sánchez. Éste último, cuentan quienes le conocen, "está deseando" que el ex ministro sea candidato, "pero su problema es que es mano derecha de De Lorenzo y no se atreve a dar el paso".
Cascos: "¿Tú me ves a mí de florero?"
Una vez acabó formalmente la reunión, que se prolongó por espacio de más de dos horas y media, llegó el momento de los corrillos. En ellos, Cascos fue aún más clarificador en su diagnóstico. Se mostró "seguro" de sus posibilidades de ser candidato a pesar de "todo lo que se está diciendo".
En caso de hacerse con las riendas del PP asturiano, los alcaldes están convencidos de que "ganamos seguro" porque es "el gran revulsivo que necesitamos. Lo único que nos hace falta para despegar de una vez por todas, para que se nos tengan en cuenta en toda España".
Eso sí, lo que Cascos también quiso dejar claro es que no será "florero" de nadie. Traducido: que no aceptará ser el número uno de una lista puesta a dedo por las direcciones nacional y regional. Un portavoz autorizado de la dirección nacional confirmó este mismo martes a Libertad Digital que, de momento, no hay tomada una decisión.