La todavía presidenta del Tribunal Constitucional está, según La Gaceta, bastante enfadada con el Gobierno puesto que el entorno de Rodríguez Zapatero prometió a María Emilia Casas un puesto en el Consejo de Estado y finalmente éste ha ido a parar a De la Vega, que ha conseguido así un retiro dorado.
De hecho, fuentes del diario de Intereconomía aseguran que "Casas tenía la promesa en firme del Gobierno de que una vez finalizara como presidenta del TC, lo que ocurrirá este mes de diciembre, sería nombrada consejera del máximo órgano asesor del Ejecutivo".
Al parecer, "Casas no ha contentado al Gobierno con la decisión del TC sobre el Estatuto de Cataluña" ya que "Zapatero esperaba que hiciera una gestión más lúcida para los intereses del Ejecutivo, a pesar de los esfuerzos hechos por éste para mantenerla en el cargo de presidenta, hasta el punto de reformar la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional".
Sin embargo, este puesto fue finalmente a manos de la ex vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que ha conseguido así un "chollo dorado". Un miembro de la judicatura explica que el puesto en el Consejo de Estado "se trata de un cargo vitalicio con coche oficial, reconocimiento honorífico, retribución generosa, numerosos privilegios. Es el único cargo público de la Administración del Estado que no se jubila".