Después de que trascendiera la última votación, informal, sobre aspectos clave del Estatuto, este sábado La Vanguardia revela cuáles son los planes de María Emilia Casas y del Gobierno. Según el diario, Casas tiene "el plácet" del Ejecutivo para retrasar la sentencia hasta después de las elecciones catalanas, que se celebran el próximo otoño, si no consigue ya un acuerdo sobre el texto, lo que parece probable según las últimas informaciones.
Según el diario, el plazo que se ha dado Casas para el acuerdo no supera las dos o tres semanas. El diario también cuenta que varios magistrados han tirado la toalla para alcanzar un acuerdo pero no es el caso de la presidenta del TC, que aspira aún a lograr una sentencia consensuada por seis votos a cuatro que no la forzara a utilizar su voto de calidad para sacar adelante el texto.
El diario apunta que el Ejecutivo estaría molesto con Casas por su forma de afrontar este asunto, clave para el futuro de España. Lamenta su renuncia a usar el voto de calidad y también haber permitido, según La Vanguardia, que prosperara la recusación contra Pérez Tremps, alineado en el bloque de izquierdas.
Así, le habría hecho llegar el "mensaje rotundo", como lo califica el diario catalán, para congelar la sentencia si no se alcanza ya un acuerdo. Dice La Vanguardia, citando a fuentes gubernamentales, que incluso está sobre la mesas la posibilidad de que la sentencia se retrase aún más, hasta 2011, y que sea emitida por un TC renovado.