El "comentarista político" Santiago Carrillo considera que la Constitución ha funcionado "con gobiernos de izquierda y derecha" hasta que "el Partido Popular cambió su forma de hacer oposición… como se hacía en los tiempos que lo dirigía Manuel Fraga, por las formas crispadas y escasamente parlamentarias adoptadas por el señor Rajoy y su mentor, el presidente de la FAES".
Por ello, pide que se fije la atención en el Título IX "y proponga su modificación". "Temo que esta petición provoque la ira de no pocos juristas porque apunta a la desaparición del TC".
Dice Carrillo que cuando se elaboró el texto constitucional "hubo demasiados profesionales del Derecho, enamorados de su oficio que contribuyeron a que incurriéramos en contradicción", como "el principio inalienable de la soberanía popular al proclamar que todos los poderes emanan del pueblo".
Y es que según él, el Estatuto "ha funcionado durante cuatro años sin que se rompa la unidad del Estado español ni se creen problemas más graves que los recursos presentados por el PP y por el Defensor del Pueblo, cuya mentalidad centralista es sobradamente conocida".
En la misma línea que defiende Artur Mas, Carrillo considera que "si el principio fundamental de la Constitución establece que la soberanía pertenece al pueblo y el órgano de esta soberanía es el Parlamento" le parece una "falla que el TC esté pretendiendo anular una decisión del Parlamento" con el Estatuto catalán.
Y asegura que el TC "daría una prueba de sabiduría reconociendo que en estas circunstancias lo mejor es dejar las cosas como están". Finaliza Carrillo diciendo que "un día, cuando las condiciones sean favorables y se acometa la tarea de la reforma constitucional, debería abordarse la cuestión de si el TC debe mantenerse, de si no termina siendo una negación de la soberanía popular". Bueno, no finaliza exactamente así. La conclusión es una advertencia contra las "consecuencias catastróficas" de que Bush fuera presidente de EEUU.