En una entrevista distendida, amable, una Ana Pastor conciliadora que ya habría querido Esperanza Aguirre hace unas semanas, pasó de puntillas sobre los asuntos espinosos. En los Desayunos de TVE, la periodista pasó por encima de los escándalos en los que se ha visto envuelto José Bono en las últimas semanas, como el piso millonario que le ha comprado a su hijo en Madrid o la cuestión de la hípica de la que es propietario y que no ha declarado al Congreso.
"Hay personas instaladas en la calumnia", dijo Bono. "De mí se ha dicho lo que no está escrito", indicó y achacó las denuncias a que "en España no hay extrema derecha y a veces esa extrema derecha se mezcla con calumniadores en los medios y son los que lo ensucian todo". En su opinión, quienes hacen estas denuncias "quieren generalizar la corrupción para acabar con el sistema democrático" porque les gustaría "volver al pasado" e instó a mirar quiénes ponen las denuncias en los juzgados. "Hoy siguen siendo fascistas. Toda España sabe en qué lugar, en qué locutor, en qué programa se solaza la extrema derecha", espetó.
Sobre la situación que vive la Iglesia por los casos de pederastia, Bono dijo que "no procede hacer una causa general contra la iglesia ni contra nadie. Ya las hizo el franquismo. No es buen sistema para averiguar nada". Añadió que condenar la pederastia no es sólo una cuestión penal, sino también moral" y consideró que la política de imagen de la Iglesia "no puede ser más equivocada".
Aún así, se reafirmó en su fe pese a que "la Iglesia está muy necesitada de democracia". Y abogó por que las mujeres tengan "puestos directivos" dentro de la Iglesia. "Yo peco 70 veces 7 pero seguir a Cristo es lo que debemos hacer los cristianos", llegó a decir.
Defendió su posición en la reforma de la ley del aborto diciendo que "yo he votado esa ley pero no por las mismas razones que otros diputados". "El aborto no es ni un bien ni es un derecho, es un mal que va a ser menor con la ley nuevo porque se limita el mal", repitió y añadió que "hay gente que me condena por ser cristiano y ser socialista porque hay quien piensa que Dios tiene el carné de la derecha. Pienso morirme con el carné del PSOE en el bolsillo y siendo católico".
Además, abogó por reducir el gasto en tiempos de crisis y se mostró convencido de que habrá pacto entre los partidos. Veladamente, apoyó la propuesta de José María Barreda de reducir ministerios. "Lo que dice Barreda hay que atenderlo".