(Libertad Digital) El enésimo escándalo protagonizado por el diputado de ERC, Joan Tardá –recordemos que en otra ocasión llegó a comparar al defensor del pueblo, Enrique Múgica con Slobodan Milosevic– no merece censura alguna en opinión del presidente del Congreso, José Bono.
Este martes Joan Tardá subió a la tribuna del hemiciclo en un debate sobre libertad lingüística e insultó a los periodistas Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez, al diario ABC e, incluso, al Rey. Todo con el silencio de Bono, que sólo le llamó la atención cuando mencionó a otro político. Tardá se refirió al "fantasma de Aznar", entonces el presidente del Congreso sí le llamó al orden. Pero tras una breve explicación del nacionalista, Bono le permitió seguir hablando. Es más, le pidió disculpas por haberle interrumpido.
Este miércoles por la mañana, LDTV le pidió una valoración de lo sucedido a Bono. El presidente del Congreso, en un principio quiso rehuir la pregunta: "Cuando yo quiera pronunciarme no tenga duda que lo haré, y no lo tome a descortesía pero el presidente del Congreso como norma general lo que hace es organizar los debates, dirigirlos, moderarlos pero no iniciarlos ni alimentarlos". Curiosa forma de "moderar" esta de José Bono.
Al insistirle en si cree que la tribuna del Congreso es el lugar para ese tipo de improperios a personas que no están presentes para defenderse, Bono añadió que "la inconveniencia o conveniencia de lo que los diputados dicen siempre que se ajusten al Reglamento lo más que puedo hacer, como ayer mismo hice, es llamar la atención, al orden o a la cuestión".
"Se puede estar en acuerdo o en desacuerdo pero no me corresponde hacer juicios sobre la conducta de los diputados más que las que hago como presidente del Congreso y a ellas me remito porque las he hecho", concluyó Bono.