LD (C.Jordá) En un repleto salón del madrileño hotel Eurobuilding, José Blanco ha hablado, invitado por el Foro de la Nueva Economía, ante un auditorio de políticos (entre ellos Manuel Chaves, Bibiana Aido y Elena Espinosa ), empresarios, periodistas e incluso diplomáticos.
Una intervención a la que ha acudido como ministro de Fomento, papel en el que se ha mantenido disciplinadamente durante casi una hora, para luego volver a ser el Mr. Hyde-Pepiño combativo al que estamos (todavía) más acostumbrados y asestar algunos mandobles verbales al PP.
Así, tanto su discurso previo como en la primera parte de sus respuestas a las cuestiones planteadas por los periodistas ha mantenido un tono conciliador, repitiendo en varias ocasiones que su intención es llegar a acuerdos con responsables de comunidades y ayuntamientos “independientemente de su color político” o que “no hay un orden de prioridades territoriales” en la inversión en infraestructuras.
“Tiene pocas cosas en la cabeza”
Sin embargo, en la respuesta a las últimas preguntas, más políticas, ha sido muy duro y sí ha buscado el tono de confrontación al que nos tiene habituados. Su primera referencia al PP ha sido para asegurar que no se siente molesto por las críticas de los populares ya que “estoy acostumbrado a ellas”. Acto seguido ha aprovechado para pedirle a Alberto Núñez Feijoo que “actúe más como presidente de la Xunta y menos como presidente del Partido Popular de Galicia”.
Sus siguientes sablazos han sido para Rajoy y su pronóstico de que la próxima semana “habrá noticias” sobre el sistema financiero. “¿Habrá malas noticias?”, le han preguntado, su repuesta: “Esas son las que busca Rajoy, que ha sido el único español que no se ha alegrado por las cifras del paro de mayo” .
Blanco ha afirmado, también en referencia a Rajoy pero sin citarlo, que “en este país lo que sobran son cenizos” y ha dicho que, por el contrario, “lo que faltan son personas capaces de inyectar ‘otimismo’ en las empresas y la sociedad”.
Por último, ha terminado su repaso al líder de la oposición diciendo que no puede “adivinar el pensamiento de Rajoy, ya que más bien creo que tiene pocas cosas en la cabeza ”.
Sobre el cierre de Garoña
Una de las anécdotas del acto se ha producido cuando se le ha preguntado al ministro su opinión respecto al cierre de la central nuclear de Garoña. Blanco ha empezado por recordar que la posición del Gobierno es “apostar por las energías renovables” pero que se está esperando un informe sobre el tema ”y cuando lo tengamos manifestaré mi oposi… mi opinión al respecto ”.
Un lapsus que todo el mundo ha interpretado, entre risas, como la confirmación de que el futuro de Garoña sería muy negro si lo tuviese que decidir en exclusiva Blanco.
De penalti en el último minuto
La ultima pregunta ha sido para pedir al ministro de Fomento, conocido por su dominio de las encuestas y del arte del pronóstico electoral, su opinión sobre el veredicto de las urnas el próximo domingo.
Pese a la práctica unanimidad de los sondeos en su contra Blanco ha querido ser optimista y se ha marcado un símil futbolístico (felicitando de paso a Florentino Pérez, presente en el acto, por su reciente llegada al Real Madrid): “Este partido se va a decidir en el último minuto y de penalti – ha dicho Blanco-, y el penalti lo va a marcar Rodríguez Zapatero” .
Una intervención a la que ha acudido como ministro de Fomento, papel en el que se ha mantenido disciplinadamente durante casi una hora, para luego volver a ser el Mr. Hyde-Pepiño combativo al que estamos (todavía) más acostumbrados y asestar algunos mandobles verbales al PP.
Así, tanto su discurso previo como en la primera parte de sus respuestas a las cuestiones planteadas por los periodistas ha mantenido un tono conciliador, repitiendo en varias ocasiones que su intención es llegar a acuerdos con responsables de comunidades y ayuntamientos “independientemente de su color político” o que “no hay un orden de prioridades territoriales” en la inversión en infraestructuras.
“Tiene pocas cosas en la cabeza”
Sin embargo, en la respuesta a las últimas preguntas, más políticas, ha sido muy duro y sí ha buscado el tono de confrontación al que nos tiene habituados. Su primera referencia al PP ha sido para asegurar que no se siente molesto por las críticas de los populares ya que “estoy acostumbrado a ellas”. Acto seguido ha aprovechado para pedirle a Alberto Núñez Feijoo que “actúe más como presidente de la Xunta y menos como presidente del Partido Popular de Galicia”.
Sus siguientes sablazos han sido para Rajoy y su pronóstico de que la próxima semana “habrá noticias” sobre el sistema financiero. “¿Habrá malas noticias?”, le han preguntado, su repuesta: “Esas son las que busca Rajoy, que ha sido el único español que no se ha alegrado por las cifras del paro de mayo” .
Blanco ha afirmado, también en referencia a Rajoy pero sin citarlo, que “en este país lo que sobran son cenizos” y ha dicho que, por el contrario, “lo que faltan son personas capaces de inyectar ‘otimismo’ en las empresas y la sociedad”.
Por último, ha terminado su repaso al líder de la oposición diciendo que no puede “adivinar el pensamiento de Rajoy, ya que más bien creo que tiene pocas cosas en la cabeza ”.
Sobre el cierre de Garoña
Una de las anécdotas del acto se ha producido cuando se le ha preguntado al ministro su opinión respecto al cierre de la central nuclear de Garoña. Blanco ha empezado por recordar que la posición del Gobierno es “apostar por las energías renovables” pero que se está esperando un informe sobre el tema ”y cuando lo tengamos manifestaré mi oposi… mi opinión al respecto ”.
Un lapsus que todo el mundo ha interpretado, entre risas, como la confirmación de que el futuro de Garoña sería muy negro si lo tuviese que decidir en exclusiva Blanco.
De penalti en el último minuto
La ultima pregunta ha sido para pedir al ministro de Fomento, conocido por su dominio de las encuestas y del arte del pronóstico electoral, su opinión sobre el veredicto de las urnas el próximo domingo.
Pese a la práctica unanimidad de los sondeos en su contra Blanco ha querido ser optimista y se ha marcado un símil futbolístico (felicitando de paso a Florentino Pérez, presente en el acto, por su reciente llegada al Real Madrid): “Este partido se va a decidir en el último minuto y de penalti – ha dicho Blanco-, y el penalti lo va a marcar Rodríguez Zapatero” .