(Libertad Digital) Mientras José Blanco comenzaba su mitin en la localidad pontevedresa de Nigrán, algunos de los asistentes al acto comenzaron a increparle mientras se escuchaban gritos de "fuera, fuera". "Dejadles, dejadles", respondió el socialista. Ante la insistencia de las críticas, respondió "que sí, que luego hablo con ustedes, me dejáis que hable yo…".
"La democracia consiste en escuchar a todos y en dejar escuchar", continuó Blanco en su intento de calmar a los críticos mientras otros de los asistentes trataban de acallar los gritos en aplausos. El dirigente del PSOE, cuya intervención retransmitía en esos momentos CNN+, reiteraba, algo más nervioso, "ellos tienen derecho a expresarse, a que les escuchemos, la grandeza de la democracia es que todos tienen palabra".
Tras el episodio, Blanco dejó las buenas palabras a un lado y se dedicó, como suele, a criticar al PP y a Rajoy con el último argumento que ha encontrado, la "Operación Cacería". Del principal partido de la oposición, dijo que es un "polvorín de escándalos". Al líder de la oposición, le recomendó "menos dureza" con los jueces y "más contundencia, si puede", dentro de su partido.
El socialista le acusó, además, de "arropar a los delincuentes que anidan en las filas del PP". También le reprochó "no haber dado la cara" mientras se dedicaba a "cuestionar" el Estado de Derecho. "No puede ser que cuando un juez –en referencia a Baltasar Garzón– destapa un mangoneo, la culpa sea del juez", criticó.
También aconsejó a Rajoy que "tome medidas para afrontar los problemas internos del PP" porque, de lo contrario, a esta formación "le va a pasar como al 'Prestige', se va a hundir". El vicesecretario general de los socialistas auguró que "el PP lo tiene muy mal" y destacó el poco peso político de Rajoy, dijo, dentro del partido. "Rajoy manda tan poco en el PP que ya sólo manda en Feijóo", afirmó.