El líder del Partido Popular del País Vasco, Antonio Basagoiti, ha acudido este martes a Madrid para protagonizar un desayuno informativo, que ha centrado en la crisis económica así como en la lucha contra el terrorismo. La anécdota, no obstante, llegaba con las preguntas relacionadas con el caso Gürtel.
En cuanto a la situación que atraviesa el país, Basagoiti aseguró que desconoce “cuánto tiempo puede apuntar España” pero “sean tres, seis meses o dos años, ese tiempo hay que emplearlo en decirle a los españoles que hay una alternativa política dispuesta a asumir la responsabilidad de enderezar el rumbo”. Una “alternativa” que, según dijo, encabeza Mariano Rajoy, también presente en el acto.
No cabía un alfiler. Escuchándole estaban, además del presidente nacional de la formación, la secretaria general, María Dolores de Cospedal; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el presidente fundador, Manuel Fraga; la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga; el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, así como toda la cúpula del PP vasco.
"Está a huevo acabar con ETA"
A todos ellos, Basagoiti también quiso mandarles un mensaje positivo en materia antiterrorista: está “a huevo” acabar con la banda ETA, si bien emplazó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a que no caiga “en la tentación” de buscar “la gloria política” con este tema”.
“No hay ninguna excusa para estropearlo”, continuó el dirigente popular, extremo que se produciría si se cuela alguna franquicia terrorista en las próximas elecciones municipales. “Es lo que va a misa, aquí nadie va a tener ninguna opción de hacer cosas que no deba (…) si alguien trata de aprovecharse de este último minuto a la desesperada en el que hoy está a ETA, que sepa que estaría tirando por tierra el esfuerzo y el compromiso que muchos han ido dejando para que esta locura termine de una vez para siempre y termine bien, con su derrota y la de sus pretensiones”, sentenció.
Niega lo dicho en LD
Sin embargo, la anécdota venía en el turno de preguntas, y concretamente con las referidas a la trama de corrupción que salpica al PP. Al líder vasco le recordaban su reciente entrevista con Libertad Digital, en la que dijo que “sin ninguna duda” él se apartaría si estuviera imputado por cohecho impropio, y haría lo propio si alguien de su equipo estuviera manchado judicialmente en este sentido.
Menos de un mes después, se desdice: “yo no he dicho eso”, y añade que “la situación no se puede comparar” a la par que respaldó la honorabilidad del presidente valenciano, Francisco Camps.
La segunda pregunta también venía al hilo de una información publicada por este diario, sobre la existencia de un sector del partido proclive a actuar con mayor contundencia contra la corrupción. “¿Le han regañado?”, le inquirieron, a lo que respondió: “al PP y a Rajoy le podrán gustar más o menos las cosas que digo, pero no me ha reñido nunca, esto es una formación política y no una secta”.
Justo en ese momento, los micrófonos captaron la sonora risa del jefe de la oposición, que estaba sentado a su lado.