No hubo lunes negro, pero sí martes. El Partido Popular no ha podido soportar la retahíla de datos que contiene el grueso del caso Gürtel y ha vuelto a sumirse en el caos ante un líder, Mariano Rajoy, desaparecido hasta el próximo jueves.
El primer requisito, tanto para las bases de la formación como para los barones regionales libres de toda sospecha, es deshacerse de las manzanas podridas dentro del tiesto. Y Luis Bárcenas es, a priori, el que tiene peor pinta de todas. Según el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el todavía senador de los populares está implicado "sin género de dudas" en el cobro de 1,3 millones de euros de la trama corrupta.
"Es una vergüenza, no puede seguir ni un minuto más, tenemos que zanjar este asunto cuanto antes", se quejaba, indignado, un miembro de la cúpula de la formación en declaraciones a Libertad Digital. Y es que no son pocos quienes temen que se repita la crisis interna previa al abandono de Bárcenas de la tesorería del partido.
Por ello, y a sabiendas de que Rajoy es fiel a eso de "mantener los tiempos que se marca", importantes dirigentes del partido se han puesto en contacto con su líder para recomendarle que fuerce la baja temporal de Bárcenas como militante y parlamentario, "como ya hizo en su día" cuando llevaba las cuentas de la formación.
A favor de este extremo estarían, entre otros, los barones Alberto Núñez Feijóo, Antonio Basagoiti y Alicia Sánchez Camacho, quienes en diferentes foros han reclamado "contundencia" ante los casos de corrupción. De esta idea también es la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, "cansada de defender lo indefendible".
Arenas: "Bárcenas ha hecho un trabajo extraordinario"
Una presión interna que, al menos de momento, cae en saco roto. Sigue siendo senador, sigue siendo militante del PP y sigue disponiendo de despacho en Génova, secretaria y abogado a costa del partido. La primera valoración de la dirección nacional llegaba pasadas las doce y media de la mañana a través de sms: "ni rastro de financiación ilegal, nada nuevo en el sumario, conversaciones viejas e informes policiales que ya han sido filtrados".
Añadían las fuentes oficiales que "el PP ya ha actuado con contundencia" si bien "estudiará con detenimiento el contenido del sumario". A ello se dedicó durante toda la jornada el responsable de Justicia del partido, Federico Trillo, quien reunió en Génova al equipo jurídico del partido.
Por último, a última hora de la tarde, y a través de una declaración exclusiva para agencias, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, incidía en este sentido, y afirmaba que el partido no iba a tomar ninguna medida contra Bárcenas porque, a ojos del PP, "no hay nada nuevo" sobre él en el sumario. Otro vicesecretario, Javier Arenas -íntimo amigo del ex tesorero-, le defendía a capa y espada: "ha hecho un trabajo extraordinario al frente del partido".
Bárcenas: "No hay ningún aspecto novedoso"
Acogiéndose a esta respuesta, la defensa del ex tesorero de los populares sostuvo en un comunicado exactamente lo mismo: que el sumario del caso no aporta ningún aspecto "novedoso" relativo a Bárcenas. Acusaba, además, a "algunos medios de comunicación" de aportar una información "errónea" en este sentido.
Por ello, concluye el abogado en su nota, "Bárcenas reitera su absoluto convencimiento de que el Tribunal competente confirmará finalmente la inexistencia de comportamiento punible alguno en su actuar".
Con este panorama, la portavoz del Grupo Parlamentario, Soraya Sáenz de Santamaría, se enfrentaba a los periodistas en una rueda de prensa casi monotemática en la que no se saltó el guión establecido por la dirección. La dirigente popular aseguró que su partido tomará medidas y actuará si hay "hechos acreditados", pero pidió "prudencia" hasta no analizar bien los datos desvelados.
"Créame si le digo que somos los primeros interesados en sacar de nuestras filas a aquellos que, de manera acreditada y constatada, hayan podido utilizar el partido o sus siglas para enriquecerse", zanjó Sáenz de Santamaría, quien rehusó valorar en todo momento los datos aparecidos en el sumario amparándose en que su comparecencia casi coincidió con el levantamiento del secreto.
La rama valenciana
Y si Bárcenas está en el ojo del huracán, el presidente de la Generalidad valenciana, Francisco Camps, tampoco se libra de los focos de atención. El sumario pone el acento en que la empresa del supuesto responsable en Valencia de la trama de corrupción, Álvaro Pérez, -Orange Market S.L.- hizo numerosos regalos de Navidad a cargos públicos de esta Comunidad, entre ellos un reloj de 2.400 euros a la ex consejera de Turismo Milagrosa Martínez.
"Los casos no son los mismos" y "hay que dar respuesta personalizada a cada uno de ellos", argumenta un miembro del aparato del partido a nivel nacional, en alusión al hecho de que Camps no está imputado frente a la situación de Bárcenas. Del Gobierno valenciano, sólo el vicepresidente Vicente Rambla, uno de los beneficiados de esos supuestos regalos, apuntó brevemente que la Generalidad trabaja "con total tranquilidad y normalidad".
Rajoy, mientras tanto, guarda silencio, y así lo hará presumiblemente hasta el próximo jueves, cuando asistirá al almuerzo organizado por el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, para conmemorar la Ejecutiva de la renovación de 1990 que se celebrará en Sevilla.