L D (Europa Press) Aznar firmó con el presidente del PP-A, Javier Arenas, un acuerdo de colaboración entre la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), la cual preside, y la plataforma Andaluces por el Cambio. Durante su intervención en este acto de firma del convenio, Aznar, que, en ningún momento mencionó directamente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó que hace nuevo años, la alternativa en la sociedad civil triunfó en las urnas denunciando "los abusos y la corrupción" de 14 años de gobiernos socialistas, de manera que frente al "poder a toda costa, triunfó una alternativa reformista, centrada y liberal", que posibilitó que España avanzara y progresara como no lo había hecho antes en su historia contemporánea y alcanzó "un prestigio del que podíamos sentirnos legítimamente orgullosos".
El actual presidente de la FAES agregó que las cosas son distintas y la política de la responsabilidad y de la convicción ha dado paso a una política del "mantenimiento a toda costa en el poder, en el cual los principios y las ideas sin simples accesorios". "El sectarismo es la regla, el revanchismo es la norma", sentenció. Según añadió, "destruir la política antiterrorista, romper el Estado, desarmar la Constitución, empujados por proyectos identitarios y discriminadores, es romper los derechos y principios que encarnan" la convivencia. Indicó que la legalidad constitucional consagra la pluralidad de la sociedad y la libertad de los ciudadanos, principios que "no pueden estar sujetos a ningún mercadeo político" ni sacrificarse "en nombre de la política de poder" ni en España en general ni en Andalucía, en particular, por "muy sectario que sea ni por muy extremista que se esté siendo".
En su opinión, frente a una política del poder, es necesario proponer la alternativa de los principios, mientras dijo que el "uso del poder a cualquier precio debe combatirse con la defensa de las ideas que han hecho de nuestra democracia un sistema próspero y libre". Entre ellos, mencionó la igualdad de los españoles ante la ley, la defensa de la libertad de la persona, la competencia por medios pacíficos, así como principios fundamentales como el respeto a la soberanía popular o que personas no pueden ser detenidas simplemente porque alguien considere que "es bueno que haya personas que sean detenidas". Insistió en que frente al "poder por el poder", hay que proponer un poder basado en el estudio y la discusión seria y rigurosa de "problemas reales de la sociedad", un proyecto al que, según recalcó, responden tanto FAES como la plataforma Andaluces por el cambio, que representan una política de "sentido común, de centro reformista y del espíritu de nuestra transición" que tan buenos resultados ha dado.
De otro lado, Aznar quiso dejar claro, ante el debate que se vive actualmente en España, que la Constitución representa el encuentro de los españoles en torno a principios fundamentales que garantizan el pluralismo y la convivencia entre todos los ciudadanos, así como la "la libertad, la paz, la igualdad y la seguridad, independientemente de su lugar de nacimiento". "Frente a aventuras demagógicas", según Aznar, hay que recordar que "la unidad de la nación garantiza a todos esos derechos fundamentales".
Según señaló Aznar, la historia ha demostrado que la democracia es el único sistema capaz de proporcionar libertad y bienestar y su valor está justamente en ofrecer la posibilidad de afrontar los problemas libremente, algo que, a su entender, sólo es posible si existe una sociedad civil "dinámica" y abierta, con pluralidad en las maneras de pensar. Además, dijo que la libre alternancia es una característica esencial en cualquier democracia, aunque es "demasiadas veces olvidada".
Para el ex presidente del Gobierno, día a día hay que cuidar bienes como la libertad y la democracia, que cuando se fuerzan ya sea desde el exterior o del interior, se pasa del "diálogo a la imposición; de la legalidad a la arbitrariedad, y de la convivencia pacífica a serio riesgo de enfrentamiento". A su entender, esto ocurre cuando el poder deja de estar al "servicio de la sociedad civil y busca únicamente perpetuarse", para lo que necesita hacerse cada día un poco más "sectario". "La política deja de estar al servicio de la sociedad para poner a la sociedad al servicio de nuestro gobierno", apuntó Aznar, para quien la democracia queda así limitada a ser nada más que un artificio mediático", al tiempo que los principios básicos de una sociedad democrática quedan convertidos en meros instrumentos de perpetuación del poder".