(Libertad Digital) Incontestable. No sólo porque la fiscal, Olga Sánchez, no disponía de su turno de palabra, sino porque los argumentos empleados por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M eran irrebatibles. En concreto, aquél que se refería a la intervención del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, quien acusó de "esquizofrenia procesal" los intentos de algunas acusaciones por tratar de saber toda la verdad sobre el mayor atentado terrorista de la Historia de España. De Pablo ha contestado a la Fiscalía que esta acusación no sólo es injusta, sino que supone "una falta de respeto, injustificable, a las víctimas del terrorismo. Las víctimas merecen un respeto".
Obligación moral con las víctimas
Explicó que lo que su acusación mantiene es que no se conoce toda la verdad sobre los hechos. "Esta parte no ha afirmado que ETA tenga que ver con los atentados, pero tampoco lo hemos negado". Lo que sí afirma la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M es que existe una "cuarta trama, que no sabemos quiénes son y que no podemos descartar a nadie". Pero la asociación tiene indicios de que "hay algo más". Y ha recordado que la justificación de su actuación, en este sentido, es doble: "moral y jurídica-procesal". Y es que, tal y como ha expuesto, su obligación moral respondía al "ruego" efectuado por parte de las víctimas de conocer la verdad. Es en este momento cuando ha recordado a la fiscal, que mantenía un gesto de contrariedad y enfado, que no hay víctimas de primera y de segunda, que todas son iguales, y el hecho de que algunas no estén de acuerdo con las tesis del Ministerio Público no las relega a un segundo plano.
El abogado reconoció que una acusación personada en un proceso penal no puede defender al acusado, porque ello sería fraude procesal. Por ello, recordó que son "los que acusan por más delitos –los únicos que lo hacen por dos delitos de aborto–, que solicita más pena para los acusados, y la que considera que Trashorras y Toro también deben ser condenados como cooperadores necesarios de la explosión en Leganés el 3 de abril de 2004".
"Esquizofrenia procesal no es intentar investigar a todos aquellos que puedan estar implicados en los atentados. En fase de instrucción no pudimos investigar por el secreto de sumario (decretado por el juez Del Olmo). Lo que sería esquizofrenia procesal es no investigar algo que en un futuro podría llevarnos a saber quién es la cuarta trama".
Cuatro tramas
Para esta asociación ha quedado demostrada la existencia de tres tramas y hay indicios suficientes que demostrarían también la presencia de una cuarta. La primera de ellas es la asturiana, formada por delincuentes comunes como Antonio Toro o el ex minero José Emilio Suárez Trashorras quienes vendieron los explosivos a la segunda trama, compuesta, entre otros, por Jamal Ahmidan "El Chino", que también eran delincuentes comunes. Ese segundo grupo, según el letrado, sería el que contactó con la tercera trama existente, "que son los verdaderamente yihadistas", liderada por Serhane "El Tuencino".
De Pablo desgranó las evidencias "que nos llevan a la trama que falta". La primera de esas evidencias es el viaje de vuelta de "el Chino" desde Asturias con los explosivos, cuando se produce un temporal de nieve, en el que eligió pasar por el Puerto del Escudo en la N-I en vez de viajar por la N-VI, que era el "camino natural". Según esta parte, Ahmidan requirió al también procesado Oulad que le llevara en otro coche "un clavo largo", es decir, un arma, y que con alguien tuvieron que verse "en algún punto de la cornisa cantábrica".
Otro indicio, según esta parte, es el hecho de que los artefactos explosivos se montaran en Motata de Tajuña (Madrid) días antes de los atentados, y que esos días "El Chino" alojara a "alguien" en esta casa que el terrorista no dejó ver a sus más estrechos colaboradores. "Allí hubo unas personas desconocidas que tuvieron que participar en la fabricación de los artefactos", añadió.
Los tras pruebas: Kangoo, mochila de Vallecas y Skoda Fabia
A juicio de la asociación, son elementos que que apuntalarían también esta cuarta trama: la Renault Kangoo, la mochila de Vallecas y el Skoda Fabia. Sobre la Kangoo, ha recordado, que fue una de las pistas que permitió que "en menos de tres días se pueda seguir la pista yihadista". "El problema es saber quién la deja" y según señaló la taquillera de la estación –tal y como ha recordado De Pablo– eran "personas con acento español". De la mochila de Vallecas ha afirmado que no se puede saber "si estuvo en la estación de El Pozo: pudo estar o no estar". Y, aún en el caso de que estuviera, el explosivo lo fabricaron "dos manos", una experta y otra chapucera, según declararon los Tedax. "Si la mochila no estuviera en el tren conectaría aún más con una cuarta trama, que daría miedo pensarlo".
Sobre el Skoda Fabia, señaló que "no estaba el 11-M" en las proximidades de la estación. Lo colocaron unas personas distintas a los supuestos suicidas de Leganés, pues cuando apareció estos ya estaban muertos. Lo que conduciría nuevamente a esta cuarta trama y también pretendería "asegurar" la presencia en el banquillo de los 28 procesados.
Sánchez Manzano y la química de los Tedax mintieron y destruyeron pruebas
Sobre los explosivos, ha abordado distintas cuestiones. Por un lado, la inexplicable actuación que supuso que los muestras de los focos de las explosiones sólo fueran analizadas en el laboratorio de los Tedax y no en el de la Policía Científica. En una minuciosa explicación sobre el funcionamiento y las aptitudes de los dos laboratorios, ha puesto de manifiesto que tanto Sánchez Manzano como la química de los Tedax "faltaron a la verdad". Por este motivo y por la posible destrucción de pruebas, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha pedido que se deduzca testimonio contra ellos por mentir al tribunal y por "delito de encubrimiento en su modalidad de destrucción de pruebas".
Contaminación en el armario de los Tedax donde sólo había explosivos del 11-M
De Pablo también afirmó que la instrucción que llevó a cabo el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, se realizó a espaldas de las acusaciones y de las víctimas, ya que no aceptó ninguna prueba de las solicitadas por estas partes. Cuando se levantó el secreto de sumario, "comprobamos que los Tedax no han remitido esos restos a la Policía Científica, ni la Fiscalía ni el juez lo han ordenado, ni teníamos los trenes porque ya se habían desguazado. El juez instructor denegó todas las pruebas que hemos pedido las asociaciones de víctimas".
"Estoy seguro de que si esa prueba pericial se hubiera hecho en su momento, no habríamos tenido discusiones sobre una posible contaminación de unos explosivos con otros", añadió el letrado. Destacó que tras el atentado más grave de la historia de Europa, sólo se recogieron 23 restos, "lo que no da ni a dos por foco" de las explosiones, de las que dos fueron además controladas.
Durante su alegato, destacó igualmente que la pericial de explosivos ordenada por la Sala demostró la existencia de sustancias "políticamente incorrectas", por no ser propias de la Goma 2 ECO, y que por ello se habló de una "contaminación" entre este tipo de dinamita y otro explosivo en fábrica, en la mina Conchita o en el propio almacén de los Tedax. Pero tal y como logró esta asociación poner de manifiesto, la contaminación en ese armario de los Tedax llevaría a la conclusión de que en los trenes explosionó Titadyn, "sólo o con algún otro explosivo". Según esta asociación explotó Titadyn, explosivo utilizado por ETA, y Goma 2 ECO.
Resaltó De Pablo el intento incomprensible de intentar borrar la palabra "ETA". "Nos llama la atención la intención del Ministerio Fiscal y de la Policía de descartarla". Por ese motivo, está imputada la cúpula de la Policía Científica, con Santano a la cabeza.
"Sentencia abierta, que no cierre la puerta a la investigación"
Finalmente, esta parte pide "una sentencia abierta, que no cierre la puerta a la investigación, una sentencia que reconozca que existe una trama más. Y lo queremos porque en el futuro pueden aparecer más pruebas que nos permitan determinar quién es el culpable". También pide que se reconozca a ocho víctimas más de las que considera la Fiscalía, lo que elevaría el total de lesionados a 1.849. Una de ellas es una inmigrante a la que no se dio credibilidad y que incluso ha sido acusada de simulación de delito. "Más vale equivocarnos y dar la condición de víctima a una dudosa que no hacerlo", afirmó De Pablo.
"No es el último juicio del 11-M, porque entendemos que hasta que no estén todos los culpables sentados en el banquillo esta acusación no se va a cansar en la búsqueda de la verdad".