Javier Arenas quiere que Andalucía sea la constatación más evidente del fin de un ciclo; el del socialismo, en general, y el del zapatarismo, en particular. Una intención que tiene muchas posibilidades de convertirse en realidad, según los estudios demoscópicos con los que trabaja el PP en la comunidad.
La primera prueba de fuego llegará el próximo mes de mayo, con las elecciones municipales. Los populares, sondeos en mano, creen que pueden hacerse con las principales ciudades de la región, incluidas todas las capitales de provincia. Sevilla, epicentro del partido por tres días gracias a la convención nacional, es la plaza electoral más complicada, pero las encuestas también son positivas y auguran que Juan Ignacio Zoido será alcalde de la capital hispalense.
Si estos augurios se cumplen, a ojos de Arenas, quedará claro que “el cambio” es ya una realidad; un proceso a concluir en 2012, cuando se celebran los comicios en Andalucía. Las encuestas le dan, de cara a esta cita electoral, una “holgada” mayoría absoluta.
Unos datos que hacen entender las palabras del líder de los populares andaluces en la clausura del cónclave: “El cambio no llega de la noche a la mañana. Es el resultado de un proyecto y de miles de horas de trabajo”, sentenció, a la par que pidió “citarnos todos bajo el reloj” que representa el Partido Popular.