L D (Luis del Pino) Las investigaciones sobre el intento de atentado contra el AVE han estado envueltas, desde el principio, en el más absoluto oscurantismo. A diferencia del episodio de Leganés, que fue incorporado al sumario principal del 11-M en septiembre de 2004, el atentado contra el AVE continuó siendo instruido por el juzgado de Teresa Palacios como caso completamente independiente, y nunca llegó a pasar de la fase de Diligencias Previas.
El supuesto intento de atentado contra el AVE tuvo lugar el 2 de abril de 2004, el día anterior al estallido del piso de Leganés. Personas indeterminadas dejaron un artefacto en la línea férrea del AVE Madrid-Sevilla entre las 7:20 y las 10:15 de aquel viernes. Ese artefacto fue descubierto por operarios de la empresa Vías y Construcciones, que trabajaban en las obras del nuevo AVE Madrid-Toledo.
El artefacto del AVE era enormemente extraño: contenía una masa explosiva de 12 kg. de Goma2-ECO, introducida en dos bolsas de plástico de Carrefour y de Lidl. La masa explosiva tenía un detonador, el cual estaba conectado a un cable de 136 metros de longitud que, sin embargo, no estaba conectado a nada. En otras palabras: se trataba de un artefacto que nunca hubiera podido hacer explosión, por no haberse incluido ningún iniciador que pudiera hacer que el detonador estallase.
El hecho de que el artefacto no pudiera detonar, unido a las evidentes diferencias entre ese artefacto y el de la mochila de Vallecas (ausencia de metralla, ausencia de bolsa de viaje o mochila, sustitución del teléfono móvil por un sistema de iniciación cableado), levantaron desde el primer momento las sospechas sobre el origen de ese artefacto. Parecía difícil pensar que los supuestos terroristas del 11-M, que habían logrado volar con éxito cuatro trenes, hicieran una chapuza tan evidente a la hora de volar el AVE.
Posteriormente se afirmó que los análisis de ADN habían encontrado rastros genéticos de Asrih Rifaat (uno de los suicidas de Leganés) en la Goma2-ECO del artefacto del AVE y que ese artefacto no era otra cosa, según las supuestas "reivindicaciones" encontradas en Leganés, que un aviso al nuevo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, esas mismas explicaciones hacen enormemente difícil de comprender por qué, entonces, no se unieron las investigaciones sobre el artefacto del AVE al sumario principal del 11-M.
Del Olmo no solicitó hacerse cargo de la investigación
Las investigaciones sobre el artefacto del AVE y sobre la explosión del piso de Leganés fueron asumidas, inicialmente, por la juez Teresa Palacios, que era quien estaba de guardia aquel fin de semana de abril de 2004.
El juez Del Olmo intentó desde el principio quitarle a Teresa Palacios la competencia sobre las investigaciones de Leganés, pero en el caso del AVE no puso en ningún momento un empeño parecido. ¿Acaso no estaba demostrado que uno de los "suicidas" de Leganés había amasado la Goma2-ECO del artefacto del AVE? Entonces, ¿por qué no asumir también la competencia de ese caso?
Ante la inicial negativa de Teresa Palacios a dejar de instruir los casos de Leganés y del AVE, el 26 de julio de 2004 la fiscal Olga Sánchez le pedía al juez Del Olmo que solicitara nuevamente a Teresa Palacios su inhibición. Unos días después, el 3 de agosto, Del Olmo planteaba una cuestión de competencia ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, para que ésta requiriera a Teresa Palacios que se inhibiera en el caso de Leganés. Sin embargo, sorprendentemente, Del Olmo no solicitaba lo mismo para el caso del artefacto del AVE.
El 23 de agosto de 2004, Olga Sánchez reiteraba su petición a Del Olmo y le solicitaba que planteara cuestión de competencia también con respecto al tema del AVE, pero Del Olmo no llegó a hacerlo nunca.
El 25 de septiembre de 2004, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, presidida por Javier Gómez Bermúdez, decidía que el caso de Leganés fuera asumido por Del Olmo, pero que Teresa Palacios continuara instruyendo el caso del artefacto del AVE. En su argumentación, la Sala de lo Penal indicaba explícitamente que Del Olmo no había planteado la cuestión de competencias más que sobre los sucesos de Leganés.
Sin autor determinado
A partir de ahí, la investigación de los sucesos del AVE quedó en una especie de limbo jurídico. Continuaron instruyéndose unas Diligencias Previas (las 100/04 del Juzgado Central de Instrucción número 3), sin que nunca llegara a trascender el contenido de las investigaciones, ni llegara a abrirse sumario. Como resultado, desconocemos el contenido de las indagaciones que hubieran podido realizarse, lo que no ha impedido que la propia sentencia del 11-M use en diversas ocasiones los sucesos del AVE (que no estaban siendo enjuiciados) como elemento incriminatorio contra algunos de los imputados del 11-M.
Finalmente, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó el sobreseimiento de la causa el pasado 21 de diciembre, 7 semanas después de leerse la sentencia del 11-M, ante lo cual el juez Grande Marlaska no tuvo otro remedio que sobreseer temporalmente el proceso y dictar orden de archivo, cosa que hizo el 28 de diciembre pasado. El auto de archivo indica explícitamente que "de lo actuado se desprende que los hechos investigados son constitutivos de infracción penal, si bien no existen motivos suficientes para atribuir su perpetración a persona alguna determinada".
Con esa petición de la Fiscalía, el caso del artefacto contra el AVE pasa a engrosar el listado de episodios del 11-M que quedan sin resolver, colocándose una nueva losa sobre los intentos de localizar a los verdaderos autores de la masacre de Madrid.