L D (Agencias) El próximo viernes se cumplen diez años que el PNV y ETA firmaron el llamado Pacto de Estella, Lizarra para los nacionalistas, para combatir la reacción social de rechazo a los terroristas surgida tras el asesinato de Migue Ángel Blanco y que se conoció como el espíritu de Ermua.
Uno de los protagonistas de aquellos acuerdos fue el entonces presidente del PNV, Xavier Arzalluz, que este miércoles ha recordado con nostalgia aquellos momentos que define como "los momentos más bonitos" de su carrera política, porque el nacionalismo se unió y "por primera vez se asustó Madrid". Aquel acuerdo desembocó en la tregua-trampa que ETA declaró en 1998 y que sirvió a los terroristas para reorganizarse y lanzar un año después una brutal campaña de asesinatos.
A su juicio, el Estado temió por los acuerdos que podría aprobar el Parlamento Vasco con un nacionalismo unido y por ese motivo activó la estrategia de ilegalizar a los proetarras, "no por el terrorismo". Respecto a la ilegalización de Batasuna-ETA, Arzalluz ha asegurado que en el País Vasco no hay "libertad" y que para encarcelar a todas las personas que siguen las ideas de la izquierda abertzale "tendrán que hacer un campo de concentración".
El otro asunto que trató Arzalluz en una entrevista concedida a Euskadi Irratia fue su decidido apoyo al presidente regional Juan José Ibarretxe, muy cuestionado desde su propio partido. Arzalluz ha admitido que hay sectores del PNV que no desean que Ibarretxe continúe como presidente regional, al tiempo que se ha mostrado convencido que con el actual presidente como cabeza de cartel la formación nacionalista saldrá victoriosa en las autonómicas.
En el caso de que el PNV releve a Ibarretxe como candidato a la reelección, Arzalluz considera que no podrá ganar las elecciones, "y a saber quién será el próximo lehendakari". Según ha explicado, la victoria del PNV se juega entre el electorado nacionalista, ya que no cree que de los votantes del PSE/EE o del PP puedan llegar apoyos a su partido.
El ex presidente del PNV ha sostenido que "en Madrid" están deseando que Ibarretxe no se presente, pero también dentro del partido, porque "hoy hay una discusión" en la que "unos dicen que el partido va para abajo porque otros son demasiado radicales", mientras que el otro sector, en el que se ha incluido, cree que el descenso de apoyo se debe a que esta fuerza política está "perdiendo su esencia a ojos de la gente".
En su opinión, una parte del electorado cree que el nacionalismo del PNV se está "suavizando", por lo que "muchos, sobre todos los más jóvenes, van por otro camino o se quedan en casa", en lugar de votar al PNV.
En el caso de que el PNV releve a Ibarretxe como candidato a la reelección, Arzalluz considera que no podrá ganar las elecciones, "y a saber quién será el próximo lehendakari". Según ha explicado, la victoria del PNV se juega entre el electorado nacionalista, ya que no cree que de los votantes del PSE/EE o del PP puedan llegar apoyos a su partido.
El ex presidente del PNV ha sostenido que "en Madrid" están deseando que Ibarretxe no se presente, pero también dentro del partido, porque "hoy hay una discusión" en la que "unos dicen que el partido va para abajo porque otros son demasiado radicales", mientras que el otro sector, en el que se ha incluido, cree que el descenso de apoyo se debe a que esta fuerza política está "perdiendo su esencia a ojos de la gente".
En su opinión, una parte del electorado cree que el nacionalismo del PNV se está "suavizando", por lo que "muchos, sobre todos los más jóvenes, van por otro camino o se quedan en casa", en lugar de votar al PNV.