En declaraciones a los periodistas en la Cámara balear en una rueda de prensa urgente, el líder del Ejecutivo autonómico remarcó que "extiende la mano" al resto de formaciones políticas con la voluntad de pactar, aunque reconoció que "todo tiene un límite y, si no se aplica la responsabilidad ya veremos las decisiones que tenemos que tomar".
Así, Antich señaló que su "obligación" es continuar trabajando por los ciudadanos de las islas, algo que realizará "hablando todas las propuestas" con los diferentes partidos políticos. No obstante, reconoció que las últimas votaciones en el parlamento de Baleares en las que los votos de los parlamentarios de UM han posibilitado que prosperasen las iniciativas del PP se han producido porque UM ha estado en una situación de "'impass'" y de "cierto choque", a raíz de la adopción de "medidas duras" por parte del su gobierno, indicó en referencia a la ruptura del Pacte con el partido regionalista.
Contactos con Madrid
El presidente admitió haber tratado la actual situación de las islas con "gente de Madrid" pero no con el líder del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero. Además, preguntado sobre si el PSIB apoyará un presidente 'popular' en el parlamento balear, declaró que serán los grupos parlamentarios quienes opten por "el mejor", decisión que adoptarán "desde la responsabilidad".
Antich destacó que durante los próximos 15 meses aplicará la responsabilidad que demandan los ciudadanos y poder, así, "ayudar a empezar a que la próxima legislatura sea más tranquila". No obstante, negó que la presente esté perdida puesto que "tal vez nunca" se haya trabajado tanto para alcanzar el cambio en las formas de gestionar las administraciones.
En este sentido, indicó que ha habido "muchas dificultades" pero que ha habido un Ejecutivo que ha sabido "hacerles frente" y que, además, todavía hay "espacio" para actuar "con más contundencia".
El presidente se mostró confiado en que la dimisión de Munar ayudará a que haya "más responsabilidad" por parte de las formaciones, "nadie quisiese pensar estos hechos con una idea de sacar rédito electoral". Según afirmó, la comunidad está "por encima de las ideas de unos y otros".
“Límites que ya no se podían aguantar”
Preguntado sobre si se siente legitimado en el cargo, Antich señaló que, desde su punto de vista, ha actuado con "total coherencia". En este sentido, se refirió a la ruptura con UM anunciada el pasado día 5 de febrero y destacó que fueron unas decisiones "muy duras porque se había llegado a unos límites que ya no se podían aguantar".
En cuanto a la dimisión de Munar, que consideró "coherente" por las "acusaciones" vertidas ayer por Miquel Nadal, señaló que los procesos judiciales deben seguir su curso y que "al final habrá las conclusiones".
Moción de censura
Preguntado sobre la posibilidad de que la oposición plantee una moción de censura, Antich contestó que no le "corresponde" a él pronunciarse sobre esta materia.
Además, entendió que la población balear debe valorar de forma positiva que si se producen casos de "mala gestión" éstos "se van corrigiendo". Sin embargo, admitió que "está claro" que el hecho de que Munar haya dimitido "afecta a todas las instituciones" de las islas.
Así, el líder del Ejecutivo balear destacó que los últimos hechos acaecidos le reafirman en lo que dijo en el parlamento balear la pasada semana durante el Debate de Política General de Baleares, en referencia a que "es la hora de la responsabilidad y de trabajar más que nunca por la transparencia y el control a la gestión pública", todo ello con el objetivo de "recuperar la confianza" de los ciudadanos ya que "nos necesitan" a raíz de la crisis económica.